"Ni por lo más remoto me imaginaba estar aquí", reconoce Elisa Miguélez González (Oviedo, 1961), profesora titular del área de Microbiología que el pasado lunes juraba su cargo como vicerrectora de Estudiantes junto al resto del equipo rectoral. Metida de lleno en la preparación de las pruebas de acceso a la Universidad, que se celebran la próxima semana en Asturias, Miguélez encadena reuniones desde las nueve de la mañana para una puesta al día acelerada y con cierta preocupación acerca de cómo compaginar las nuevas obligaciones con su faceta docente.
-¿Cómo va la preparación de la PAU?
-La realizó el equipo anterior porque cuando llegamos aquí estaba ya prácticamente todo hecho. Nosotros vamos a ejecutar. Creo que serán unas 100 personas más que el año pasado (a las que se presentaron 3.877 alumnos en la convocatoria de junio).
-¿Qué dificultades aprecia en los primeros días del cargo?
-Lo fundamental es enterarse a nivel administrativo de qué unidades hay aquí, lo que gestiona cada una, ver la problemática. Cada día tenemos reuniones con diferentes. Nos encontramos con comisiones que tenemos que reunir para adjudicar becas que también estaban en marcha, con prácticas externas que hay que ir gestionando, vamos tratando de abarcar todo lo que hay. En cuestión de becas estamos pensando en preparar convocatorias para el próximo curso. Una de las primeras será la de las becas de informática que son muy demandadas por los centros porque los becarios de informática son los que preparan las aulas para que todo funcione a principio de curso, que los profesores encuentren los programas que necesitan?
-¿Hay posibilidad de incrementar las ayudas actuales?
-Hay que analizar el presupuesto y ver de cuánto dinero disponemos pero desde luego es una prioridad. Una de las claves de nuestro programa era que ningún estudiante se quede sin poder cursar estudios en la Universidad por cuestiones económicas.
-Las becas "Clarín" y las "Severo Ochoa" continúan sin convocar...
-Eso no depende de nosotros pero estamos de acuerdo en que hay unas personas muy bien formadas, gente a la que interesa, por un lado, formar y por otro enviar para que continúe formándose fuera y luego recuperar. Ese capital humano tan excelente debe tener recursos para que luego eso revierta en nuestra comunidad. Me parecen programas importantísimos, tanto como encontrar recursos para ello aunque no dependen directamente de nosotros pero lucharemos para que esas personas puedan tener esas becas. Todo eso se va a incluir en el contrato-programa que hay que negociar con el Principado.
-La relación con los estudiantes, ¿cómo la plantean?
-Pretendo tener un diálogo fluido y constante con ellos y ahí uno de los primeros pasos será establecer la figura del interlocutor directo de los estudiantes con el Rectorado, que será a través de este vicerrectorado. Esa persona será un representante elegido democráticamente por los alumnos, que es lo que pretendemos que prime en todo este proceso. Evidentemente mi interés es tener contacto con muchas personas y muchos estudiantes porque hay muchas sensibilidades y hay que tenerlas presentes. Una de las medidas acordada era que el Rector se reuniera con el Consejo de Estudiantes una semana después de la elección. Lo retrasamos un poco por cuestiones de los alumnos que nos lo pidieron pero pronto tendremos esa reunión. Tengo ganas ya de hablar con ellos y que nos vayan planteando sus inquietudes para establecer cauces de diálogo continuos.
-¿Darán más participación a los alumnos en los órganos de gobierno?
-Esa era otra de las medidas que figuraba en el programa: que en todos los órganos en los que deban tener representación la tengan y que esa representación sea elegida democráticamente.
-¿Condicionará el gobierno de la Universidad ese apoyo tan explícito del alumnado?
-Entiendo que si existe un diálogo y las cosas se van hablando con calma esa presión no será tan grande porque todos estaremos un poco al tanto de esas cuestiones y serán más fáciles de resolver de una manera más equilibrada pero veremos cómo evolucionan las cosas. Yo soy optimista. Creo que los alumnos son tremendamente responsables y razonables, por lo menos con los que vengo tratando hasta ahora.
-¿Cuál era la queja principal de los chavales?
-Una de las reivindicaciones fundamentales era el régimen de permanencia. En estos momentos, y consensuado por todas las partes, ya hay una modificación de ese régimen que será el que, una vez aprobado por el Consejo de Universidades, entre en vigor aunque hay una disposición que dice que todas las solicitudes de permanencia que se hagan antes de que entre en vigor serán atendidas ya por el nuevo reglamento.
-¿Aspiran a introducir más cambios sobre lo ya aprobado?
-Pienso que eso se consensuó entre todas las partes, los alumnos más o menos están de acuerdo que debe existir un régimen de permanencia y este está en la media de los que existen en las universidades españolas. De momento hay que dejarle funcionar a ver cómo va, lo cual no quiere decir que llegado el momento y dadas las circunstancias se tenga que volver a modificar pero de momento está listo para mantenerse y funcionar.
-¿Llegan bien orientados los alumnos a la Universidad?
-Yo no sé si llegan desorientados o no. En los institutos hay itinerarios y saben un poco lo que deben cursar pero sí es cierto que a veces puede faltar algo de información y en cierto sentido pienso que la orientación es una de las cuestiones que podemos mejorar porque me preocupa antes, durante y después de la Universidad, como proceso continuo. Hay veces que llegan sin esa formación en asignaturas fuertes como Física o Matemáticas. Ahí hay problemas que luego intentamos resolver para que ese déficit se pueda corregir con cursos voluntarios a principios de curso para adelantarse a lo que van a ver en el segundo semestre y donde carecían de esa formación. Se han hecho cosas así por parte de algunos profesores.
