"La de hoy es una jornada que el Ejército utiliza para interactuar con la sociedad". De esta manera explicaba ayer Raimundo Rodríguez, coronel jefe del Regimiento "Príncipe", el espíritu del día de las Fuerzas Armadas que alrededor de unos 450 soldados celebraron en el acuartelamiento Cabo Noval, en Siero, con numerosas actividades dirigidas a difundir su actividad diaria en el complejo militar.

El propio Rodríguez aprovechó los festejos para recordar a los 407 soldados del regimiento que se encuentran en Polonia realizando maniobras por encargo de la OTAN. "Me consta que esta semana tuvieron un papel protagonista en una demostración ante autoridades de la OTAN por la que recibieron una felicitación", explicó.

La ausencia de los integrantes de la misión dejó los actos más deslucidos de lo habitual pues la parada militar vio su participación reducida a la mitad respecto a otras celebraciones, aunque el mando militar recalcó que el próximo mes se organizará una celebración más multitudinaria. "El 24 de junio tendremos a todas las fuerzas conmemorando el 50.º aniversario de la brigada de infantería ligera 'Galicia VII' y los 482 años del regimiento", apuntó el propio coronel jefe, que presidió los actos con el teniente coronel jefe, Fernando Melero, como jefe de la fuerza y ante la presencia de varios mandos militares de la región ubicados en primera fila.

Las declaraciones se efectuaron dentro de un acto que comenzó en torno a las diez y media de la mañana con una parada militar en la que tomaron parte miembros de la fuerza, la escuadra de gastadores, el mando de fuerza y los banderines del batallón de infantería polivalente "Toledo", así como la banda de guerra del Regimiento "Príncipe".

Una vez que el coronel jefe pasó revista, se encargó de hacer entrega del premio "Ejército" 2016, galardón que cada año reconoce el trabajo de un centro educativo del país y que en esta ocasión tuvo como ganador al colegio Corazón de María de Gijón por una investigación sobre la labor del Ejército en la Antártida. "Es un honor pues se trata de un premio importante", señaló el director del centro, Simón Cortina, que acudió a recoger el galardón acompañado por los 30 alumnos de 4.º de la ESO que realizaron el trabajo.

Después de un acto en honor a los caídos, los escolares tuvieron la oportunidad, al igual que otros muchos visitantes y familiares de soldados, de descubrir las entrañas del acuartelamiento a través de varias actividades que se sucedieron hasta el mediodía.

Entre los atractivos de la jornada destacaron las exposiciones de armamento y vehículos del Ejército que los propios militares se encargaron de explicar. "Hay algunos que saben más de armas que nosotros", reconocían varios soldados sobre los jóvenes que se adelantaban a las explicaciones de los expertos por los conocimientos adquiridos a través de los videojuegos bélicos.

No obstante, lo más espectacular fueron las maniobras organizadas por los componentes del regimiento en sus campos de entrenamiento, que acapararon la atención de decenas de visitantes, impactados por la capacidad de resistencia de unos soldados que completaron numerosos ejercicios con hasta 20 kilos de materiales y uniformes encima.

Del mismo modo, las demostraciones de artes marciales y combates cuerpo a cuerpo fueron también muy seguidas en todo momento. Las explicaciones de las razones de determinados golpes y las recreaciones de algunos trucos de defensa personal dejaron a más de uno con la boca abierta y sin dudas de los frutos del trabajo diario de unos soldados a los que se les exige estar al cien por cien.

No menos espectacular resultaron las demostraciones en la sala Victrix, en la que los alumnos del colegio gijonés conocieron de primera mano los ejercicios de práctica de tiro con una moderna tecnología que permite prescindir de la munición real. La experiencia, sin embargo, se vio interrumpida por la obligación de los estudiantes de volver al centro para realizar un examen un tanto inoportuno.