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Del conejo de Alicia a las citas bíblicas

Los diputados salpican sus intervenciones con referencias a cuentos, filmes, citas de Bismarck, el filósofo Byung-Chul Han, Tartufo, Caifás y Anás

"Como todos ustedes conocen el conejo de Alicia...". Así arrancó el pasado jueves la primera de las dos sesiones del pleno del Parlamento asturiano. Fue el diputado del PP Carlos José Suárez el que al dejar la frase en el aire provocó risas silenciosas generalizadas en el hemiciclo y entre los periodistas, pero a medida que intentó arreglarlo, "porque son ustedes muy mal pensados", se fue metiendo él sólo en un laberinto que acabó provocando la carcajada generalizada cuando afirmó: "Pues a mí me pasa como al conejo de Alicia". El añadido de "no me da tiempo, no me da tiempo" apenas se pudo escuchar.

Fue el inicio de una jornada larga cargada de referencias a cuentos y películas: "Alicia en el País de las Maravillas", "El día de la marmota", de la mano de Podemos; "Casablanca", de nuevo con el PP... y hasta hubo tiempo para que los populares inventasen un nuevo "palabro": chiringosorcios, en referencia al consorcio que el Gobierno socialista quiere constituir para ordenar el área metropolitana central. Incluso "El Quijote" estuvo presente, cuando bautizaron desde la bancada popular al jefe del Ejecutivo asturiano, Javier Fernández, "el presidente de la triste figura". Debió de ser por la presencia del Presidente en el salón de plenos que el nivel subió en la jornada de ayer, y de los cuentos se pasó a las citas del que fuera canciller alemán Otto von Bismarck (1815-1898), al filósofo coreano alemán Byung-Chul Han y a las citas bíblicas.

Javier Fernández anunció que como ya "hubo un gran Tartufo" en clara referencia a Francisco Álvarez Cascos, pues que el portavoz de Podemos es "el nuevo Caifás de la política asturiana". Ya saben, el sumo sacerdote que según las Escrituras fue uno de los líderes de la conspiración que condenó a Jesucristo. Después fue Gaspar Llamazares, el portavoz de IU, el que le dijo al Presidente que es "el sumo sacerdote" de aquel sanedrín, Anás.

Pero para acabar, se volvió a un nivel más de andar por casa, a los cuentos. La presidenta del PP, Mercedes Fernández, recomendó al Presidente que "venga leidito de casa". Y él le replicó que le recuerda el cuento de "La Lechera", sólo que "usted sigue aunque rompa el cántaro (...) Tiene una dilata vida política con muchas derrotas, y pese a su gran vocación de gobierno, haga caso al destino y haga oposición sensata y razonable".

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