Los daños del lobo a la ganadería asturiana cayeron en lo que va de año un 20%, según reveló ayer el Principado. El director general de Recursos Naturales, Manuel Calvo, explicó que a nivel general (entre 2008 y 2016) el número de expedientes abiertos por ataques de cánidos están estabilizados. De esta forma desmienten al Fondo para la Protección de Animales Salvajes (Fapas), que apuntaba que los daños habían crecido un 12,79% en cuatro años.

Según Calvo, la población de lobo en la región ha aumentado -ahora hay 39 grupos familiares- y sin embargo, el cupo de extracción este año es menor que el anterior: 45. "Nuestro objetivo es buscar el equilibrio entre la conservación de la especie y su compatibilidad con la actividad ganadera", concluye Calvo.