Más de 2.200 personas mueren cada año en Asturias por causas relacionadas con el consumo de tabaco, según reveló ayer el director general de Salud Pública, Antonio Molejón. Esta cifra inició en 2010 un lento pero continuo descenso que se sitúa en un 6%. De todas formas, el hábito sigue siendo uno de los problemas más graves a nivel mundial: tres de cada diez asturianos se declaran fumadores, es decir, el 30,4% de la población.

Según el Gobierno regional, en 2010 murieron 2.412 personas a consecuencia del tabaco, mientras que en 2014, último año del que se tienen estadísticas, murieron 2.268. De ellas, 1.616 eran varones y 652 mujeres. En concreto, el tabaco estuvo relacionado con 956 fallecimientos por cáncer, fundamentalmente de pulmón, 862 por enfermedad cardiovascular y 450 por dolencias respiratorias.

Antonio Molejón subrayó, con motivo del Día del Tabaco que se celebra hoy, que el consumo y la exposición al humo son los dos factores que guardan una mayor relación con la enfermedad y la mortalidad. Asimismo, el director general destacó el descenso de la mortalidad que se ha producido en los últimos años, un hecho que vincula con la nueva legislación, más restrictiva con el consumo en lugares públicos. Sanidad señala que en torno al 20% de la población asturiana ya es exfumadora y recuerda que las personas que lo deseen pueden solicitar en su centro "el asesoramiento de los profesionales para recibir ayuda". "Los fumadoras tienen más riesgo de sufrir cáncer de pulmón, problemas respiratorios y enfermedades del corazón", insiste.