Asturias podría recibir sin esfuerzo en los próximos dos años hasta 400 refugiados sirios e iraquíes procedentes de los campamentos de Grecia e Italia. De hecho, cada año acoge a un centenar de refugiados que pasan desapercibidos. El Principado tiene capacidad para alojar a los inmigrantes que le corresponderían proporcionalmente incluso en el caso, poco probable, de que España asumiese a los 14.000 refugiados que Europa le ha asignado para los próximos dos años. "No va a haber impacto, no estamos en un caso como el de Alemania o Suecia", destaca Jimena Llamedo, directora de la Agencia Asturiana de Cooperación al Desarrollo.

La cifra de personas que huyen de la guerra en Siria y que podrían llegar al Principado se aleja enormemente de la que han registrado otros territorios europeos. Los suecos han visto cómo en 2015 llegaron a su país 163.000 refugiados. El equivalente para Asturias sería la llegada en un año de 16.300 personas, tanta como la población total de Corvera o San Martín del Rey Aurelio, y aproximadamente la mismos residentes que el Principado perdió entre 2013 y 2015.

Hasta ahora la gestión de refugiados asignados a España procedentes de Grecia e Italia está en manos de organizaciones no gubernamentales, sin que el gobierno regional haga más que computar todas las plazas disponibles en Asturias para atenderles, gestionar los casos de escolarización y dar apoyo sanitario. Pero el Principado quiere que el gobierno central "establezca una coordinación entre administraciones, para dar respuestas educativas o de vivienda si es necesario: eso no se ha hecho", afirma Llamedo. Asimismo, el Principado ha pedido que la distribución de refugiados en España se haga según criterios de población, riqueza o desempleo de cada territorio, similar al reparto que ha hecho la Comisión Europea entre países. Hasta ahora no hay respuesta favorable de Madrid.

El procedimiento que se seguirá con los siete refugiados que la noche del lunes llegaron a Asturias, y con los que les sigan, será el de mantenerlos seis meses en locales de las ONG que asumen su cuidado (ACCEM y Cruz Roja) para que se habitúen al idioma y se acomoden. Posteriormente, pasarán a viviendas normalizadas hasta que vayan consiguiendo un trabajo e independizarse. La previsión es que este acompañamiento dure de 18 a 24 meses, según los casos. "Se trata de personas con perfiles diferentes, muchos de ellos con estudios y que tenían profesiones liberales", detalla Llamedo.

¿Y cuál será el coste para los asturianos? "La UE aporta a los países un cantidad por persona acogida, por lo que ya vienen con una 'mochila'", explica la directora de la Agencia Asturiana de Cooperación al Desarrollo. Pero ese dinero por ahora permanece en manos del gobierno central, por lo que el Principado urge un protocolo de coordinación para evaluar ese impacto. No obstante, recientemente el Estado aumentó los fondos sanitarios para atención a refugiados concedidos a las autonomías.

Javier Mahía, responsable de ACCEM en Asturias, recalca que solo su organización podría asumir el alojamiento para 120 refugiados al año (60 por cada seis meses). El Principado asevera que el impacto sería el de, aproximadamente, cuatro personas por cada 10.000 habitantes. "Por eso el mensaje es que no cabe alarma alguna; todo lo contrario, destacaría las muestras de solidaridad", asegura Llamedo.