Manuel Calvo Temprano es Ingeniero Técnico Forestal por la Universidad Politécnica de Madrid y experto en gestión ambiental y forestal. Ocupó diferentes cargos de responsabilidad en la Comunidad de Madrid y más tarde en el Ministerio de Agricultura. Desde 1993 es funcionario en el Principado, donde fue jefe de sección de Vigilancia de Recursos Naturales desde 2005 hasta 2007. Ese año fue nombrado director del Parque Natural de Las Ubiñas-La Mesa y desde agosto del año pasado ocupa el cargo de director general de Recursos Naturales.
-El lunes apareció en Salas una cabeza de lobo decapitada. No es un caso aislado, pues en los últimos meses se han localizado varios ejemplares muertos y colgados de señales. ¿Piensan atajar de algún modo estos comportamientos?
-Cualquier actuación que se realiza contra el patrimonio natural de Asturias es un hecho tanto condenable como aborrecible, que por parte de esta Consejería es reprobado. Estos atentados son investigados tanto por el Seprona como por nuestros propios agentes del medio natural. Aunque parece que el hallazgo de cadáveres de lobo son hechos nuevos, en realidad este tipo de comportamientos se vienen dando históricamente de una forma cíclica. Sus motivaciones no se acaban de comprender, pero en todo caso pretenden llamar la atención de una forma mediática. Las medidas tomadas son las mismas que en años anteriores, como es intensificar la vigilancia en zonas de las que se sospecha proceden estos ejemplares y realizar las investigaciones necesarias para llevar ante la justicia a los autores de estos hechos tan condenables.
-Tanto ecologistas como agentes de medio ambiente denuncian que los casos de furtivismo aumentaron en los últimos meses. ¿Tienen constancia de este incremento?
-Todos los años aparecen situaciones en las que se descubren determinados cadáveres en el monte, que a veces son objeto de furtivismo y otras son consecuencia de la naturaleza. Sin embargo, en este momento la existencia de varios casos seguidos da la impresión de un incremento del furtivismo. Ahora bien, si comparamos con épocas anteriores en número de casos no existe tal aumento.
-El sindicato agrario COAG afirmó esta semana que están recibiendo quejas de ganaderos sobre el amaño de informes de daños del lobo.
-Es falso, y me explico. Los impresos de solicitud de indemnización de daños de fauna silvestre constan de una parte a cumplimentar por el solicitante, antes de inspeccionarse el daño, la cual puede ser rellenada por el solicitante o el personal de la Administración a instancias del reclamante. En dicho apartado figura, además de los datos personales del ganadero, la posible especie causante del daño a criterio del solicitante. Otra cosa es la determinación que realiza el guarda del medio natural a la vista de la inspección realizada, que figura en el apartado correspondiente a la valoración. Si el guarda considera que el daño es indeterminado, le entrega en el acto una copia de la primera hoja del impreso en el que se advierte de que dispone de un plazo de alegaciones para aportar las pruebas que considere oportunas.
-Los ecologistas dicen una cosa y los ganaderos, otra. Y la situación está cada vez más tensa. ¿Qué piensan hacer al respecto?
-Desde el primer plan de gestión del lobo, en 2002, se puso en marcha un órgano de diálogo y asesoramiento, denominado comité consultivo del lobo. La representación en él de los sindicatos agrarios es total, pues las tres principales organizaciones cuentan con representantes. En el comité es donde se discuten los programas de control, las normas y todas las actuaciones referentes a la especie. Aunque cada uno tiene una visión diferente, en el comité se hacen los esfuerzos necesarios para lograr un desarrollo sostenible de la ganadería y de esta forma favorecer la coexistencia con las explotaciones agrarias. Para ello, la consejería está en permanente diálogo con todas las partes implicadas y se harán todos los esfuerzos necesarios para llegar a un consenso.
