Asturias tiene una "inmejorable" posición para desarrollar negocio aprovechando la fusión de los conceptos de ecología, economía y sociedad. El medio rural no ofrece sólo posibilidades de futuro y de negocio para el turismo, sino que se puede fomentar negocios como la producción ecológica o el desarrollo de iniciativas o actividades que permitan dinamizar no sólo un territorio, sino la economía regional. Se trata de recuperar el valor agrario del territorio y así fijar población e incluso rejuvenecerla e incrementarla.
Compromiso Asturias XXI ha planteado siete propuestas con las que intenta aportar su granito de arena para impulsar no sólo el cuidado y la conservación del medio, sino también sacarle rendimiento de la manera más cuidadosa y sostenible posible.
Una de las ideas es la de contemplar la fauna salvaje como un recurso turístico, como ocurre en Estados Unidos. La asociación que agrupa a cientos de asturianos que residen y trabajan en el extranjero indica que la "European Wilderness Association sostiene que el turismo en torno al avistamiento de animales salvajes es más rentable que cazarlos".
La idea de que quien contamina paga se sostiene en el sistema implantado en Alemania en 2003, con la instalación de máquinas en los supermercados en las que los ciudadanos pueden reciclar los envases y a cambio reciben un ticket que pueden canjear por dinero en caja. Es una manera de fomentar el reciclado.
También las energías renovables caben en este capítulo, con una apuesta por la biomasa en las instalaciones de calefacción en las comunidades de vecinos. Este tipo de energía permite contaminar menos, un menor daño medioambiental y además un ahorro económico sustancial.
Los integrantes de Compromiso Asturias XXI dedican otro apartado a la creación de vías verdes urbanas e interurbanas, que sirven entre otras cosas para fomentar la implantación de itinerarios sin coches, accesibles y seguros. En varios países de Europa, Estados Unidos y Canadá se aprovechan las antiguas vías de ferrocarril que quedaron en desuso.
Y es que la naturaleza urbana se debe impulsar y utilizar para fomentar el conocimiento. Ejemplos prácticos son Londres o Nueva York, donde los ciudadanos pueden consultar en Internet toda la información sobre sus parques. La propuesta es que las zonas verdes que existen en las ciudades asturianas sirvan para promocionar actividades de observación de la naturaleza y educación medioambiental.
La alimentación sana y el consumo sostenible son piedras angulares en la nueva era. Asturias debería apostar por la promoción de sus productos ecológicos, con campañas que fomenten su consumo en los supermercados. Pero además, desde Compromiso Asturias XXI se plantea reducir los niveles de malgasto de los alimentos tanto en los hogares como en el sector de la restauración y hostelería, organizando la compra, aprovechando las sobras y adaptando las raciones a las verdaderas necesidades de los comensales.
"Estas ideas no sólo ayudan a mitigar el desperdicio general de alimentos, si no que resultan valores diferenciales e interesantes para la fidelización de los clientes concienciados con la sostenibilidad", aseguran desde Compromiso Asturias XXI.
