Investigadores de la Universidad de Oviedo han desarrollado un modelo que permite predecir las fluctuaciones de las poblaciones de pequeñas especies como la sardina, el bocarte y el arenque de una temporada de pesca a otra. El trabajo, que acaba de ser publicado en la revista Ecological Applications, de la Ecological Society of America, se ha centrado en el estudio de la pesquería de bocarte en el Golfo de Vizcaya que sufrió un colapso poblacional en el año 2005 que obligó al cierre de la pesquería hasta 2010 y que afectó directamente al sector en Asturias..

El estudio forma parte de la tesis doctoral de Fernando G. Taboada y analiza los factores fundamentales de la reducción drástica de pesca, como los cambios en la temperatura, los afloramientos costeros y oceánicos, las barreras de dispersión, la descarga de ríos, así como las consecuencias de especies depredadoras como la merluza, la caballa, el bonito del norte o el lirio

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El profesor Ricardo Anadón explica que para diseñar este nuevo modelo predictivo se manejaron datos detallados de la población de bocartes y de la caracterización de los cambios experimentados en el medio ambiente gracias al uso de sistemas de teledetección por satélite durante los últimos 20 años.

Los resultados de este trabajo, que se enmarca dentro de las actividades del Observatorio Marino de Asturias, llegaron a una conclusión principal: "Las fluctuaciones ambientales, de forma aislada, apenas explican el colapso del bocarte -comenta Ricardo Anadón--. Solo la inclusión del impacto de la pesca genera probabilidades de colapso elevadas". El análisis más extenso realizado por los investigadores pone de manifiesto la eficacia de modelos predictivos para anticipar la evolución de la especie. "Hemos abierto, en definitiva, un nuevo método para explorar las fluctuaciones de las poblaciones silvestres explotadas por la pesca". Esta nueva herramienta será de utilidad para planificar las campañas de captura de cada temporada.

El catedrático de Ecología recuerda que las pequeñas especies de peces pelágicos, como sardinas, bocartes o arenques, representan uno de los recursos naturales explotados más importantes de todos los océanos. En la costa del norte de España, tanto los bocartes como las sardinas han sido objeto de actividad pesquera desde antiguo y han constituido un recurso económico no solo por el valor de la venta de la materia prima sino también por su transformación en conserva. Estas especies presentan dinámicas poblacionales complejas que han supuesto un desafío para los biólogos y para la gestión eficaz de las pesquerías.