Los juristas y politólogos no ven ahora necesario que la reforma de la ley electoral asturiana incorpore el voto anticipado pero, en cambio, exigen la inclusión de las listas "cremallera", que garanticen la paridad de sexos para contrarrestar los posibles efectos adversos que el desbloqueo de las listas pueda tener sobre la presencia de mujeres en las candidaturas. La Junta General del Principado fue ayer escenario de una ronda de comparecencias de expertos, la segunda en tres años, sobre una propuesta de reforma electoral promovida por el PSOE, Izquierda Unida y Ciudadanos.

Los expertos hicieron un somero repaso a las principales novedades del nuevo texto, sobre el que realizaron precisiones, objeciones e incluso nuevas aportaciones. La mejora de la proporcionalidad del voto -con el mantenimiento de las tres circunscripciones pero la novedad de que 10 de los 45 diputados se asignarían mediante una fórmula que aprovecha los votos que no sirvieron para ganar escaños-; la sustitución temporal de los diputados, el desbloqueo de las listas y la alternancia de sexos en las candidaturas de los partidos, y las dudas y riesgos que plantea el voto anticipado, coparon la mayor parte de las valoraciones de los expertos y de las preguntas de los diputados de los seis grupos con representación en el parlamento asturiano.

Las dificultades para lograr un consenso amplio sobre la reforma de la ley electoral asturiana, que afectaría en exclusiva a las votaciones para la presidencia del Principado y los diputados de la Junta General, se palpan en cada debate aunque los partidos sólo puedan realizar preguntas y no fijar su posición, como fue el caso en la sesión de ayer. No obstante, las respuestas de los politólogos y expertos en derecho arrojaron una certeza. Nadie defiende ahora una de las novedades del texto, la relativa al voto anticipado, que había sido planteada hace tres años e incorporada al dictamen acordado en enero pasado por PSOE, IU y Ciudadanos; ni siquiera su promotor, el profesor de Ciencias Políticas en la Universidad Carlos III, Pablo Simón. "Si el voto anticipado plantea problemas, propondría su supresión. Es preferible que salgan adelante otras cuestiones de la reforma", afirmó el politólogo en alusión a la mejora en la proporcionalidad del voto y el desbloqueo de las listas.

"No juzgo necesario el voto anticipado porque funciona razonablemente bien el voto por correo", valoró el constitucionalista Francisco Bastida. El administrativista Javier Junceda calificó de "superfluo" el voto anticipado pero sí hizo hincapié en la conveniencia del voto electrónico que, en su opinión, "es inaplazable" mientras que Félix Talego, profesor de Antropología Política de la Universidad de Sevilla, advirtió que el voto anticipado pueda favorecer "el fomento de redes clientelares en pequeños pueblos y villas y también en ciudades". Otra de las comparecientes, Argelia Queralt, profesora de Derecho Constitucional de la Universidad de Barcelona, planteó la necesidad de avanzar en la alternancia de sexos en las listas, más allá de la fórmula de la ley electoral general (LOREG) que establece un reparto máximo de 60%-40%. Queralt defendió que las "listas cremallera" suponen el más claro fomento de esa tendencia mientras que el desbloqueo de las candidaturas, alertó, entrañan un riesgo de retroceso, una postura sobre la que hubo bastante sintonía. En cambio, no hubo demasiada coincidencia en la limitación de mandatos de los diputados autonómicos. Ahora los partidos deberán valorar estar conclusiones para decidir si prospera una reforma que, según Pablo Simón, "podría ser pionera en España por sus ambiciosos objetivos" pero el consenso parece lejano por las posiciones, a priori críticas, del PP, Podemos y Foro.