La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El móvil de Marta Renedo

El teléfono habla mucho de la acusada, que no suelta su "smartphone" y sólo deja de usarlo durante las sesiones

Marta Renedo fue ayer al juicio para ser defendida, pero mientras tenga su teléfono móvil nunca parecerá indefensa. Todo el mundo tiene móvil, pero no le sienta igual. Si María Jesús Otero cogiera el móvil como Marta Renedo parecería que lleva un devocionario, pero en manos de la funcionaria, escrutado a través de sus gafas de genio infantil de dibujos animados, con el brillo iluminándole la cara de azul, el teléfono inteligente parece una herramienta capaz de ser utilizada como arma. Las herramientas las carga el diablo: algunos delitos que le imputan a la funcionaria fueron posibles gracias a una actividad informática que ahora mismo cabe en un "smartphone".

En una de las primeras sesiones, el presidente del Tribunal la riñó por enredar con el móvil. No ha vuelto a hacerlo y las sesiones son para ella lo que los vuelos para los ejecutivos de rango medio: una desconexión obligatoria de la actividad telefónica que apuran hasta un segundo antes del despegue y desde el primer instante posterior al aterrizaje.

Aunque no participe de ninguno de los corrillos de la espera, mientras la exfuncionaria tenga un teléfono nunca estará sola porque sus pulgares charlan por los codos. Cuando está con más personas, el "smartphone" es uno más de la reunión. Renedo escucha a los demás con sus oídos y a su móvil con los ojos.

El "smartphone" es un teléfono que se habla en silencio y la funcionaria es visible pero silenciosa. De la cabeza a los pies, del móvil a los zapatos. La funcionaria está muy caracterizada por los altos tacones. Los de ayer elevaban unos botines sobre un tronco rudo. Eran tacones para ver y ser vista no para ser oída porque los mueve sin ese ruido de tropa napoleónica con el que algunas mujeres se dan seguridad haciendo caso a "Cosmopolitan".

El teléfono inteligente permite escribir, que es una forma de hablar sin meter ruido como habla Renedo con su timbre de estilo propio, a bajo volumen.

Compartir el artículo

stats