La rebaja del impuesto de sucesiones es la gran asignatura pendiente, en materia fiscal, del Gobierno regional y de la oposición. Cuando está a punto de cumplirse el primer año de la legislatura autonómica, ni el Ejecutivo de Javier Fernández ni los partidos de la oposición han llegado a un acuerdo para evitar que los asturianos sean los contribuyentes del país que más pagar por este tributo, pese a sus promesas electorales. A pesar de las ofertas cruzadas por Gobierno y oposición en el parlamento autonómico en los últimos meses, no ha habido contacto formal alguno ni tan siquiera para eliminar el llamado "error de salto" en las herencias asturianas.
"El Gobierno de Javier Fernández no nos ha planteado ninguna propuesta sobre el impuesto de Sucesiones", afirmó ayer la presidenta de los populares asturianos, Mercedes Fernández, quien recordó su oferta de aprobación del Presupuesto a cambio de eliminar el impuesto de sucesiones. "Tengo la sensación de que el Gobierno está muy contento con la prórroga presupuestaria y la parálisis".
La supresión del "error de salto" en sucesiones formaba parte del programa del PSOE en las pasadas elecciones autonómicas y el Gobierno de Javier Fernández incluyó una modificación en el proyecto del Presupuesto de 2016 pero como éste no prosperó, aún se sigue dando una situación anómala en la liquidación de este tributo en Asturias: el contribuyente con una base imponible de 150.000 euros está exento de pagar por ese impuesto pero si la herencia es de 151.000 euros, se ve obligado a pagar desde el primer euro una factura de hasta 18.000 euros.
IU había mostrado su disposición a suprimir el "error de salto" a cambio de poner tipos más altos para las herencias de 266.000 euros en adelante. Podemos ha venido defendiendo rebajas mayores a las que propuso el PSOE para las herencias de rentas medias y baja, mientras que Foro y Ciudadanos son partidarios, respectivamente, de eliminar ese tributo y de que los asturianos no salgan perjudicados respecto a los contribuyentes de otras autonomías.
