A las tres de la tarde, el termómetro del parque de San Francisco reventaba de calor: 30 grados y el mercurio en ascenso. Una temperatura ideal para pegarse un chapuzón, pero no para pasearse bajo un sol ardiente por la capital. Aun así, los ovetenses le hicieron la ola a Lorenzo, que desde el lunes achicharra a toda Asturias y que hoy desaparecerá entre las nubes. "Todos necesitábamos ya un poco de calor", señaló Maurina Pellico, sentada en un banco del paseo de los Álamos junto a Ramiro Ardura y María Ángeles de Luis, mientras terminaba "el primer helado de la temporada". "Es de turrón y está buenísimo", añadió. Como ella, ayer todos buscaron el "fresquín". Los más playeros sustituyeron el cucurucho por un baño en el Cantábrico.

"Está fría, pero la encuentro mejor que otros años", aseguró el ribadense Francisco Moreda tras zambullirse en el agua del arenal castropolense de Arnao. "Tengo ganas de playa, soy muy aficionado a ella y además me gusta caminar y correr por la arena", añadió. El bochorno también animó a los vecinos de Cangas del Narcea a acercarse a la presa del prao del Molín. "Venir aquí es una buena idea para refrescarse", dijo Mari González.

Más calor registraron todavía los concejos de Amieva (30,3 grados a las cuatro de la tarde) y Mieres (29,3 grados a las cinco menos cuarto), que batieron los récords de temperaturas del mes de junio y probablemente de todo lo que va de año. Pero los cielos cambiarán hoy, con protagonismo de nubes y chubascos. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) prevé para la tarde lluvias acompañadas de tormenta en casi toda la región. También se espera un descenso importante de temperaturas. El bañador habrá que guardarlo hasta la semana que viene.