Nuevo riesgo para la población de lobos en Asturias, y también para el entorno humano. FAPAS denuncia que, en el trabajo de campo que realiza con el oso pardo en los montes asturianos, ha detectado la presencia de lobos con sarna, y apunta queesta sería la causa de las frecuentes invasiones de espacios habitados por parte de esta especie

Con asiduidad son capturadas imágenes de ejemplares que presentan claros síntomas de estar afectados por la sarna, una enfermedad que afecta a la piel con la caída del pelo, pero que evidentemente debe de tener mayores repercusiones sobre la ecología y especialmente sobre el comportamiento de los ejemplares que sufren esta enfermedad.

La importancia de estas imágenes es alta, pues detecta ejemplares de lobo que pueden ser parte de la población de esta especie salvaje que más problemas genera con los ataques a ganado doméstico. Es el caso en concreto de la alta presencia de daños en entornos muy humanizados, donde hasta ahora no se producían estos ataques.

FAPAS ha comprobado que ejemplares de lobo con sarna, se acercan a núcleos habitados en busca de alimento, atacando incluso a perros domésticos en los pueblos. La extensión de esta enfermedad, sostiene FAPAS, explicaría la presencia de lobos en zonas habitadas, frente a la interpretación a su entender errónea de que la población es tan grande que tiene que adentrarse en áreas habitadas.

Para esta organización conservacionista, la Administración asturiana lleva a cabo una gestión ciega con la población de lobos, matando ejemplares indiscriminadamente. Y aboga por una información técnica, seria y rigurosa, que permita abordar la gestión del lobo con la eficacia suficiente como para garantizar la disminución de daños.