"Hola, qué tal y gracias": estas son las tres palabras en castellano que ya pronuncian los refugiados asentados en Asturias. Los cinco iraquíes y dos sirios, que llegaron a la región el pasado 31 de mayo procedentes de Grecia, están "encantados" con su nuevo hogar, según afirma el presidente regional de ACCEM (Asociación Comisión Católica Española de Migraciones), Javier Mahía. Su organización presta asilo a los desplazados en dos pisos de Avilés y de Oviedo. Todos ellos están recibiendo a la semana unas 20 horas de clase de español, además de información sobre su ciudad, su barrio y la cultura regional. Los niños iraquíes, de 3 y 4 años, ya han empezado al colegio en Avilés.

"Están muy contentos. Ha pasado poco tiempo, menos de dos semanas, pero nos dicen que están muy a gusto en Asturias", confiesa Javier Mahía, que está en permanente contacto con el primer grupo de refugiados que llega a la comunidad. Los siete pisaron suelo español el 31 de mayo, después de un día entero de viaje, que compartieron con otros 38 refugiados, ya instalados en otras regiones. Los que residen en el Principado son una familia iraquí -padre, madre y dos niños-, que viven en Avilés, y un hombre iraquí y dos sirios, que están en Oviedo. "El objetivo principal de estos seis primeros meses es el idioma. Queremos que lo manejen bien y que ello no sea un obstáculo para integrarse en la sociedad", explica Mahía. Los niños en cambio no tendrán problemas. "Son muy pequeños y absorben todo como esponjas", agrega. Los pequeños ya han sido escolarizados en un colegio de Avilés y participarán en actividades de ocio en el verano.

ACCEM ha contratado para las clases de castellano a un equipo especial de profesores. Además, los refugiados reciben apoyo diario de voluntarios, que les acompañan en sus visitas por la ciudad y el barrio. "Se les buscará alguna actividad deportiva o de tiempo libre para que interactúen con los ciudadanos", adelanta Javier Mahía, quien señala que de momento la acogida del vecindario ha sido "buena".