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Un camión evaporado

Al sierense Andrés Alonso le robaron un Scania el domingo en Burgos y siguió el rastro hasta Alcobendas, pero ha desaparecido

Andrés Alonso Estrada, junto a su hermano Adrián, junto al camión sustraído el domingo.

Al empresario sierense Andrés Alonso, residente en Piloña, le hicieron la Pascua en la madrugada del domingo en un polígono en Villalonquéjar, cerca de la capital burgalesa. "Dejamos el trailer, que iba con caldo de pescado para Barcelona, aparcado junto a una empresa, justo enfrente de la garita del guarda. Él dice que vio un coche sin luces y se extrañó, pero aparcó delante del camión y en unos segundos éste arrancó. Pensó que habían acercado al conductor. Además, el ocupante del coche se puso a hablar con el de la cabina", relata. Sin saberlo, el guarda estaba observando un robo.

Para cuando Alonso quiso volver al camión, a las siete de la tarde, ya había volado. De inmediato pensó en el localizador que llevaba el vehículo, un Scania valorado en más de 100.000 euros, y aún sin pagar. Pudo rastrear la ruta del camión hasta Alcobendas (Madrid). Informó a la Policía, pero cuando los agentes llegaron a la calle, el vehículo no estaba. "Me han dicho que, si ha salido de España, me olvide", dice Alonso. Las bandas siempre actúan del mismo modo. Los menos especializados realizan el robo y entregan el vehículo a un escalón más profesional, capaz de desactivar los localizadores. Luego viene la labor de camuflar el vehículo, volver a pintarlo, cambiarle la matrícula. "No han dejado a los tres de la empresa sin uno de nuestros dos camiones, y un pufo sin pagar que te fastidia el trabajo. El seguro, encima, para darme otro camión, me exige el desembolso de 28.000 euros", asegura.

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