La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

MIGUEL ÁNGEL ALVELO CÉSPEDES | Escritor cubano de origen asturiano

"Fidel Castro nació con el poder de magnetizar incluso a sus contrarios"

"El embajador valdesano Gumersindo Rico desplegó en La Habana el arte de la concordia, como buen asturiano"

Miguel Ángel Alvelo Céspedes.

Miguel Ángel Alvelo Céspedes, cubano, hijo de un emigrante gallego y nieto de un avilesino, analiza en un nuevo libro las relaciones diplomáticas entre Cuba y España y destaca el papel de diplomáticos asturianos como el valdesano Gumersindo Rico, embajador en La Habana entre los años 1990 y 1993. Alvelo es profesor de Educación Física. Dirigió la Federación Canaria de Natación; fundó el primer club de natación Rosalía de Castro de La Habana y ha colaborado con diversos medios de comunicación. Su primer libro, prologado por Alberto Núñez Feijóo, está dedicado a la figura de Manuel Fraga y su relación con Cuba.

-En un nuevo libro pasa revista a las relaciones diplomáticas entre Cuba y España. ¿A qué conclusiones ha llegado?

-La idea surgió en la Embajada de España en La Habana, en el último viaje que realicé a mi patria. Conversando con el jefe de seguridad nos pusimos a recordar todo el personal que ha pasado por la misión. Uno de los trabajadores más antiguos me dijo "Alvelo, escribe un libro sobre tus vivencias en esta Embajada". Está prologado por el exministro de Asuntos Exteriores Miguel Ángel Moratinos, que ayudó mucho a desbloquear la Posición Común de la Unión Europea. Quiero fortalecer y mantener viva la relación familiar y entrañable entre Cuba y España.

-¿Cuál es el auténtico sentimiento de Fidel Castro hacia España?

-Fidel Castro, hijo de un emigrante gallego, con sangre asturiana y canaria de Tenerife, nunca ha escondido sus sentimientos por España, a la que ha llegado a referirse como "Nuestra España, porque también es nuestra". Su primer referente fue su padre, Ángel Castro Argiz. Los genes de Fidel como hombre perseverante y audaz parten de esa sangre paterna. En 1953 Fidel le escribió al gobernador de La Habana pidiéndole una reforma del reglamento de asociaciones, a instancias del Centro Gallego, que representaba como letrado. El gobernador aceptó y Fidel nunca cobró los servicios prestados. Ha sido el único presidente en la historia de Cuba que ha recibido desde a un alcalde de un pueblo hasta a un presidente de gobierno. También trató siempre de mantener viva la lengua castellana, y las costumbres españolas, al contrario que Puerto Rico.

-¿Dónde sitúa la edad dorada en las relaciones bilaterales cubano-españolas?

-Ha habido muchos momentos. En 1909, Pablo Soler, ministro plenipotenciario de España en la isla, afirmaba con cierta preocupación que La Habana era la plaza más difícil e importante de todas las representaciones diplomáticas españolas de la época. En 1945 el presidente Grau San Martín desplegó a través de su embajador en Madrid, Guillermo Belt, un plan de reconciliación para que Franco aceptará un plebiscito, donde el pueblo español escogiera un gobierno. El plan fracasó y dejó las relaciones con España tocadas. Momento sensible fue la llegada a Cuba de Indalecio Prieto en 1950. Fue recibido en el puerto por Antonio Prío Socarras, hermano del presidente. A Franco no le gustó nada. Un momento dorado fue la visita oficial de Felipe González. Se firmaron muchos acuerdos comerciales. La llegada al poder de José María Aznar fue la época más complicada.

-¿España sabe aprovechar ese privilegiado papel de puente natural entre América y la Unión Europea?

-España es el segundo socio comercial en Cuba, el único país que tiene una Asociación de Empresarios radicados en La Habana, con cerca de 200 empresas. El ministro de Turismo de Cuba, Manuel Marrero, ha animado a los empresarios españoles a instalarse en la isla, en sectores relacionados con el turismo, la construcción, el transporte, la energía, el medio ambiente y la agroalimentación.

-¿Hacen falta más gestos?

-El Gobierno en funciones estudia ampliar en 275 millones de euros el montante de deuda que ya ha perdonado a Cuba. España, dentro del grupo de acreedores del Club de París, condonó, en diciembre pasado, 1.709 millones de deuda a medio y largo plazo, y por un acuerdo bilateral, en noviembre se aprobó también el perdón de 201 millones de euros de deuda a corto plazo. Sigo creyendo que se están dando pasos.

-Si hay algo indiscutible en Fidel Castro es un carisma que no se ha repetido en las últimas décadas, usted que ha estudiado bien su figura, ¿cómo le definiría?

-Es un estratega natural. Nació con el carisma de magnetizar a las personas, incluso a sus contrarios. Se esforzó en estudiar. Su pasión fue leer. Gabriel García Márquez lo catalogó como "editor de libros". Cuando veo al Papa Francisco con ese carisma que despliega, puedo ver algunos gestos y comportamientos de Fidel. Algo le quedó dentro de su uniforme verde oliva de estudiante en los Jesuitas. Ha sido un líder mundial querido por muchos, y odiado por otros.

-Parece que el Papa Francisco recibirá a Pablo Iglesias; Castro bajó de la Sierra Maestra rezando el rosario. ¿Alguna coincidencia estratégica?

-Dejemos esta pregunta para dentro de diez años.

-¿Hacia dónde camina Cuba?

-Cuba está de moda tras el anuncio de la ley de inversión extranjera. La normalización de relaciones diplomáticas entre Cuba y Estado Unidos ha suscitado un interés internacional. El país necesita perfeccionar el sistema económico y crecer a un ritmo del tres al cuatro por ciento.

-Destaca la figura del que fuera embajador asturiano Gumersindo Rico. ¿Cuáles fueron sus aportaciones?

-A Gumersindo Rico le recuerdo siempre con aquella sonrisa sincera. Tuve la primera oportunidad de hablar con él, durante la visita de Manuel Fraga a La Habana en 1991. Luego su esposa, Isabel Pérez del Pulgar, me abrió las puertas de su biblioteca. Tanto ella como sus hijas son encantadoras. Gumersindo desplegó el arte de la concordia como buen asturiano apasionado por Cuba. La visita del presidente del Principado Juan Luis Rodríguez-Vigil significó mucho para el embajador.

-¿Qué se llevaría de Cuba a España, y viceversa?

-Me traería la humildad y la sencillez de esos cubanos que siempre tienen las puertas abiertas para darte una taza de café sin conocerte, eso me falta. De España me llevaría las infraestructuras y la gastronomía.

-Fidel Castro cumple 90 años en agosto, ahí sigue su Revolución. ¿La Historia le absolverá?

-Dios y la Historia.

Compartir el artículo

stats