"Por la mañana nevó muchísimo, como si fuera pleno invierno, aunque no cubrió demasiado porque en esta época del año se quita todo en cuanto para un poco". Íñigo Garmilla, guarda del refugio de Urriellu, fue ayer testigo de excepción, en plenos Picos de Europa, de los efectos de una borrasca atlántica que dejó nieve en Asturias por encima de los 1.800 metros de altitud, además de lluvias generalizadas en toda la región en vísperas de la entrada del verano. La situación irá mejorando progresivamente desde hoy hasta el domingo. Sin embargo, a la recuperación prevista para los primeros días de la semana entrante le seguirá una nueva borrasca, según las previsiones que maneja la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).

Precipitaciones

La intensa lluvia que cayó ayer sobre la mayor parte de Asturias dejó precipitaciones acumuladas de más de 30 litros por metro cuadrado, al nivel de meses como abril. Fueron las más altas de España, según la Aemet, y especialmente relevantes en el cabo Peñas y en Colunga, donde se recogieron, 31,1 y 30,6 litros por segundo, respectivamente. También destacaron los 20,8 litros de Salas y de Gijón; los 18,3 del aeropuerto; los 17,8 de Piloña, o los 17,2 de Oviedo y Amieva. Por lo que refiere a las temperaturas, los termómetros se desplomaron hasta los dos grados en los centros de medición instalados en la Cordillera y los Picos de Europa. La mínima en Oviedo fue de diez grados, de doce en Gijón y de once en Avilés.

La Agencia de Meteorología prevé que las lluvias y los chubascos continúen presentes hoy en la región y tampoco descarta que descarguen tormentas ocasionales, más probables en la primera mitad del día.

Las temperaturas permanecerán sin cambios reseñables. Oviedo registrará una mínima de 10 grados y una máxima de 17; en Gijón se oscilará entre la mínima de 14 y la máxima de 18, y en Avilés entre una mínima de 12 y una máxima de 18.