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De Cañas con... Francisco javier de la vega díaz Ribereño del Sella

"Hay muy pocos días hábiles para pescar a cebo"

"Aunque ya saqué más de mil salmones, todavía me pongo nervioso cuando prendo uno"

"Hay muy pocos días hábiles para pescar a cebo"

Francisco Javier de la Vega Díaz, Javi el de la La Pina, ha tenido una vida estrechamente ligada al Puente Romano de Cangas de Onís. Nació, hace 68 años, en sus inmediaciones, ha vivido siempre junto al puente, y es el pozo que más pesca y más conoce de todo el río Sella. Puente Romano y Javi el de la Pina son vidas paralelas.

Este bonachón cangués es uno de los ribereños más populares y queridos del Sella. Perteneciente a una gran saga familiar de pescadores, ya que los 8 varones de 12 hermanos salieron todos aficionados a la pesca del salmón, algunos de ellos desgraciadamente ya desaparecidos.

Desde que capturó su primer ejemplar siendo un niño, en El Brezo, ha dedicado el resto de su vida a la que considera una forma de vida. Su destreza con la caña en las manos está fuera de toda duda, sus más de 1000 ejemplares capturados así lo demuestran. En su mejor temporada consiguió echar a tierra 69 salmones, algo impensable hoy día, y en 2011 capturó el Campanu del río Sella, como no podía ser de otra forma, en el Puente Romano.

-¿Cómo ve la situación del Sella?

-Esta temporada empezó muy floja, no había muchos peces, pero las últimas semanas de pesca con cebo subieron salmones y parece que la cosa se animó. Ademas, el río ha estado muy bien de agua desde que se abrió, en perfectas condiciones para pescar.

-¿Cuál es la explicación de la diferencia de capturas de unos años a otros?

-No es fácil dar una respuesta, con el salmón nunca se sabe. Todos hablan mucho, pero la verdad es que no sabemos cuáles son los motivos. El desove es muy importante, hay temporadas flojas que seguramente vengan producidas por malos desoves de los años previos, también las riadas estropean muchas puestas.

-¿Como lleva un ribereño de toda la vida las restricciones de la actual normativa?

-Mal, los que nos dirigen hacen lo que les da la gana sin pensar en los pescadores. No creo que pase nada si permiten pescar a cebo hasta mediados de julio, como se hizo toda la vida. Nos daría tiempo a pescar un poco más, alargar una temporada que ahora es muy corta. Y a mediados de julio debería cerrarse toda la pesca, que no hubiera período sin muerte.

-¿No es partidario de la pesca sin muerte?

-No, yo cerraría la temporada a mediados de julio, y lo haría para todo, ni pescar solo a mosca ni sin muerte. Es mejor dejar los salmones tranquilos hasta el desove.

-¿La Administración debe contar más con los pescadores para hacer la normativa?

-Por supuesto. Por ejemplo se podría abrir la pesca en marzo. Si entre marzo y abril salen unos 20 salmones, es una tontería que no esté abierta la temporada, porque esos salmones se van a pescar cuando se abra a finales de abril o principios de mayo. Sería bueno también para dar más permisos en los cotos. La Administración no consigue nada con prohibiciones. No saben de qué va la cosa, no hacen más que prohibir cebos y no entienden de pesca. Pueden ser personas muy inteligentes o tener carreras, no lo discuto, pero de río poco saben y, además, no se dejan aconsejar. Los pescadores respetamos el río, hoy día apenas hay furtivos, no existe la necesidad que había hace años de sacar dinero de los salmones.

-¿Qué opina del cupo de cuatro salmones?

-Con la presión que hay no es fácil coger esos cuatro salmones, hay mucha gente en casi todos los pozos. Hay veces que para echar una varada tienes que esperar muchas horas. Vuelvo a insistir en que hay muy pocos días hábiles para pescar a cebo, y no es fácil sacar esos cuatro peces. Entre viernes, sábado y domingo solo podemos pescar tres medias horas. En todos los pozos hay gente, en unos más y en otros menos. Allí donde sale un salmón, al día siguiente hay muchos pescadores.

-¿Qué modalidad de pesca le gusta más?

-El buen pescador tiene que dominar todas, tiene que disfrutar pescando a cebo, mosca y cucharilla. Hay que adaptarse a lo que pida el río en cada momento. El problema es que en las zonas libres tenemos tan poco el tiempo para pescar que hay que aprovecharlo, y lo más efectivo es el cebo. Si no fuera así, se podría echar a mosca por la mañana, luego a cebo dejando descansar los peces, sin agobiarles, y por la tarde echar de nuevo una varada a mosca.

-¿Qué cualidades debe tener un buen pescador?

-Mucha afición y hacer muchas horas de río, aunque la suerte es muy importante. Un salmón lo agarra cualquiera, pero el que mejor lo hace siempre sacará más peces. Ahora hay muchos buenos pescadores. Otra cosa muy importante es conocer el río, conocer el pozo donde se esté pescando, especialmente con agua, cuando no se ve. El buen pescador sabe de río solo con verlo y eso marca la diferencia. Saber dónde paran los salmones y aguantar el cebo en el lugar donde pican solo se consigue con años de experiencia.

-¿Es ganchero?

-Si, desde hace muchos años. Siempre acompañé a gente. Tuve, y tengo, muchos clientes, tanto amigos como pescadores foráneos, pero la edad no perdona y ya me cuesta mucho trabajo, voy cansando más a menudo. Hay personas a las que acompaño desde hace 20 años, algunos de ellos extranjeros, ya que pueden coger buenos cotos en buenas fechas, les sale muy caro, pero les dan buenos lotes.

-¿Ha pescado en más ríos de Asturias?

-Si, he tenido que acompañar gente a todos los ríos asturianos. Los que más me gustan son el Sella, el Narcea y el Eo.

-¿La afición al salmón se lleva muy dentro?

-Si, si... te puedes estar muriendo y estarás pensando en los salmones. El salmón es el rey, esto es una forma de vida. Saqué más de mil salmones, y todavía me pongo nervioso y me palpita el corazón cuando prendo uno. Hay veces que te cabreas porque no salen las cosas y dices que no pescas más, pero a la media hora estás con la caña en la mano otra vez. Hay mucha gente que pesca truchas y reos, pero cuando consiguen sacar un salmón, cambia su visión de la pesca, ya no quieren otra cosa.

Perfil

Francisco Javier de la Vega Díaz, es natural de Cangas de Onís, donde ha vivido toda su vida. Personaje querido y respetado en la ribera del Sella, es apodado cariñosamente Javi el del la Pina. Pescador desde la niñez, convirtió su afición en un modo de vida al hacerse ganchero. Su amplia trayectoria le convierte en uno de los más solicitados del río todas las temporadas.

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