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Los cebos envenenados mataron a 38 lobos en Asturias en los últimos 25 años

El grupo conservacionista WWF también tiene registradas bajas de osos, buitres y quebrantahuesos

Los cebos envenenados mataron a 38 lobos en Asturias en los últimos 25 años

Los cebos envenenados han causado la muerte de 38 lobos en Asturias durante los últimos 25 años, la cifra más alta de todas las provincias españolas, según un estudio que acaba de publicar el colectivo conservacionista WWF. El informe coloca al Principado entre las regiones que deberían incrementar los mecanismos de prevención para reducir el impacto de los productos tóxicos en su fauna silvestre. Es más, apunta que la Administración autonómica dispone de borradores específicos para ello dentro de un proyecto denominado "Life+Veneno", pero que "no consta que vaya a proceder a su aprobación".

Pese a esta advertencia, Asturias cuenta con una patrulla canina de detección de productos tóxicos que es pionera en España.

A nivel nacional, entre 1993 y 2013 hay recopilados 18.503 envenenamientos de animales en el medio natural. De ese total, 225 corresponden a Asturias, donde en seis de cada diez casos se ha detectado la presencia de estricnina, un producto que está prohibido desde 1998 como plaguicida y que se comercializa de forma clandestina.

Estricnina

La mayor parte de los casos de envenenamiento que han sido recogidos por WWF en la región corresponden a lobos, pero también han resultado afectadas otras especies protegidas tan emblemáticas como el oso pardo. Según el colectivo conservacionistas, tres plantígrados murieron en Asturias a causa de los cebos intoxicados desde 1990. En Palencia, el número de bajas en ese mismo periodo subió a cinco, mientras que en León se registraron tres y una en Lugo. Los productos más utilizados para dar muerte a los osos han sido los carbamatos (89%) y la estricnina (11%).

WWF tiene registrada en Asturias la intoxicación de un ejemplar de quebrantahuesos de las 35 consignadas a nivel nacional, la mayor parte de ellas en los Pirineos, donde se concentra el grueso de la población de esta especie. En el caso del ejemplar del Principado se localizaron restos de Aldicarb, un producto plaguicida que lleva más de una década prohibido.

En el caso de los buitres leonados, la asociación conservacionista refiere 46 casos de envenenamiento en Asturias durante el último cuarto de siglo. Las muertes de alimoches en ese periodo se elevan a 17, muy lejos de las 32 registradas en Zaragoza o de las 30 de Huesca.

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