Arturo Verano, ex director general de Personal de la Consejería de Educación, aseguró ayer que él no puede "explicar" por qué existe un doble pago de un coche que él compró en Tartiere Auto y que pagó en metálico. Aseguró que ya ha entregado la factura en la que demuestra que abonó algo más de 28.000 euros, pero que desconoce los motivos por los que también aparece el importe de su vehículo en la doble contabilidad de Almacenes Pumarín (APSA).

Verano declaró ayer en el marco del macrojuicio del "caso Marea", que se celebra en la Audiencia de Oviedo contra el exconsejero de Educación José Luis Iglesias Riopedre, la ex directora general María José Otero, la funcionaria Marta Renedo y otros diez procesados, entre ellos los dueños de las empresas Almacenes Pumarín e Igrafo.

El exresponsable de Recursos Humanos de la Consejería, visiblemente molesto, declaró que tiene una minusvalía que le permite exenciones fiscales y que todo eso figura en la factura que ya presentó cuando se le reclamó y que está en orden con Hacienda. "Si yo pagué mi coche y lo hice en metálico, no puedo explicar que otro lo hiciera. ¿Alguien lo puede explicar?", afirmó en el transcurso de su testimonio.

También aseguró que el dinero con el que abonó el vehículo lo tenía de unos ahorros y de una cantidad que guardaba en su casa porque su mujer había fallecido unos meses antes y había vendido unas fincas en Galicia. También contestó con rotundidad que no le había pedido ayuda económica a nadie para pagar su coche nuevo.

"Hice lo que hace todo el mundo. Comenté en mi entorno que iba a comprar un coche porque el mío se había quemado en la avenida de Galicia. Varios conocidos me recomendaron que si un Audi, un BMV, el Laguna nuevo... Visité varios concesionarios y al final me gustó el Audi, así que fui tres o cuatro veces a Tartiere Auto y cuando me decidí a comprarlo lo hice y se lo pagué a Roberto, que fue el que me atendió", relató Verano.

Respecto de su relación con Almacenes Pumarín e Igrafo, señaló que conocía a sus vendedores de verlos por la Consejería, adonde iban "cuando tenían que ir, supongo". E indicó que a Igrafo le había comprado un ordenador y alguna cosa más, como varios cartuchos de tinta.

La vista de ayer empezó con la declaración de varios empleados del Ayuntamiento de Mieres y un amigo personal del funcionario, ahora jubilado, de ese Consistorio Francisco Juárez, inculpado en la causa porque realizó un viaje a México que figura abonado por Almacenes Pumarín. Todos coincidieron en exculparle de las acusaciones que se le imputan.