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La segunda oportunidad

Casi 20.000 conductores pasaron por los cursos que imparten seis autoescuelas asturianas para recuperar el carné o los puntos retirados por infracciones

De vuelta a la autoescuela. A la izquierda, Jorge Antonio Tapia. A la derecha, José Antonio Arias. L. Á. V.

El carné por puntos cumple diez años y durante ese tiempo casi cinco mil asturianos han perdido el permiso de conducción por infracciones o por sentencia judicial, tras cometer un delito contra la seguridad vial. Otros 195.000 fueron sancionados con la detracción de puntos, casi la mitad de ellos por exceso de velocidad. Para todos ellos hay una segunda oportunidad, como en aquel clásico programa de la televisión que analizaba los accidentes de tráfico. Es solo cuestión de codos y también de dinero.

Casi 20.000 conductores han pasado por los cursos de recuperación de puntos que se imparten en las seis autoescuelas asturianas (situadas en Oviedo, Gijón, Avilés, Llanes, Navia y Cangas del Narcea) que tienen la calificación de centros de sensibilización y reeducación vial. Conductores como Jorge Antonio Tapia, que trata de recuperar los ocho puntos que le retiraron por pasarse en rojo un semáforo y conducir con una tasa de alcohol superior a la permitida. "Lo del semáforo fue al poco de sacar el carné, por quedarme mirando para unos policías locales. Después di la tasa. Era fin de semana. Sales, bebes y pasa lo que pasa", se lamenta este conductor. Matricularse para recuperar los puntos le ha costado 398 euros. "No es fácil, hay que echarle horas, y si trabajas lo tienes difícil. Los cursos se imparten de seis de la tarde a diez de la noche, aunque puedes venir también los fines de semana", asegura el joven, que hoy mismo tenía que realizar un examen. El carné por puntos le parece un buen sistema. "Que te quiten puntos me parece bien. No se puede ir por ahí cargado de copas o drogado", añade.

De los 19.717 asistentes a cursos de recuperación, 9.566 lo hicieron para recuperar el permiso, retirado por haber perdido todo los puntos o por haber cometido un delito contra la seguridad vial. Estos últimos fueron 4.300 en los últimos diez años.

Es el caso del langreano Etelvino Sienra, al que le quitaron el carné después de chocar contra una farola. "Tuve una accidente y di positivo en la alcoholemia. Había estado de copas la noche anterior, y a la mañana siguiente salí pensando que ya no tenía nada. Pero me despisté al escupir por la ventanilla y me fui contra una farola. Fue hace un año. Destrocé el coche, lo partí por la mitad", rememora.

Volver a la autoescuela, sin embargo, no le ha hecho daño. "Aprendes cosas nuevas y recuerdas otras que tenías olvidadas. Me saqué el carné con 18 años y tengo 53", señala. Los cursos tratan de concienciar a los conductores de la necesidad de tomarse en serio la conducción. El momento más duro para Sienra fue la charla que le dio un joven que había quedado en silla de ruedas tras un accidente. Aún así, el carné por puntos no le acaba de convencer. "Te los quitan por cualquier tontería, no me parece muy aceptable. Es un sacaperras, como vulgarmente se dice", opina.

La mayor pega que los usuarios ponen a los cursos es que hay muy pocas autoescuelas que los impartan. Es el caso de José Antonio Arias. "Tengo que venir hasta aquí en taxi o echar mano de amigos para que me traigan", asegura. A este hombre le quitaron el carné por alcoholemia. "Hasta noviembre no puedo volver a coger el coche, y tengo que hacer este curso. Me cogieron sin haber cometido ninguna infracción, en una recta. Me tuvieron que aparcar el coche. La verdad es que me hicieron un favor", admite. De todo este embrollo, ha sacado una conclusión: "Somos muy soberbios al volante, y hay que respetar".

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