Unanimidad en unos andenes que se cargan de indignación al mismo ritmo que pierden pasajeros. Y unanimidad, también, en la Junta General. Asturias es un clamor a la hora de exigir al Ministerio de Fomento que solvente el colapso de las cercanías de Feve, que ayer vivió otra jornada de cancelaciones que afectaron a unos cuarenta trenes, la mayor parte en las líneas Gijón-Oviedo-Trubia, Gijón-Laviana y de Pravia a Ribadeo. "Esto se ha convertido en un cachondeo. Primero los trenes iban con retraso y ahora ya ni siquiera pasan", lamenta Carmen Fernández, una gijonesa afectada por una de las supresiones de ayer.
Los sindicatos achacan esta oleada de cancelaciones a la falta de maquinistas, ya que, según denuncian, no se están cubriendo las plazas que deja libre el plan de jubilaciones voluntarias de la operadora. "Esto no se va a solucionar de un día para otro", advierte el presidente del comité de empresa de Renfe, Luis Blanco, que espera más supresiones de trenes en los próximos días.
Las fuerzas políticas asturianas coincidieron ayer en exigir al Ministerio que ponga freno a la imparable decadencia de Feve. Desde el partido del Gobierno en funciones y ganador de las elecciones, Mercedes Fernández, presidenta del PP asturiano, reclamó al Adif que aclare "qué está pasando" en las cercanías y avanzó que ya ha instado al diputado electo Ramón García Cañal a que se ponga en contacto con el administrador ferroviario para recabar "explicaciones". En todo caso, Fernández pide una gestión "más eficaz" de un tren que, a su juicio, tiene "mucha utilidad" para el centro de la región.
Por su lado, Antonio Trevín, diputado electo del PSOE, relacionó el hundimiento de Feve con la "sequía presupuestaria" que habría decretado para la región la ministra de Fomento, ahora en funciones, Ana Pastor. "La inversión en las cercanías de Asturias disminuyó un 90% desde 2012", subrayó el dirigente socialista, para alertar de que esta caída "no solo incide en el mantenimiento o en los servicios, sino en la seguridad". Trevín exigió a Pastor que "reaccione" y movilice "un plan extraordinario de inversiones".
"Desde Foro tomamos como referencia el Plan de Infraestructuras de Transporte de Francisco Álvarez-Cascos, que contemplaba importantes inversiones para las cercanías, pero que fue cercenado al llegar Zapatero al gobierno, guardando el plan en un cajón y cortando el grifo inversor en un momento de vacas gordas", subrayó la presidenta forista, Cristina Coto, que comprometió el trabajo de su partido para "intentar solucionar este problema" y "favorecer los acuerdos" entre las formaciones políticas.
Gaspar Llamazares (IU) partió de la base de que las cercanías son "esenciales" en el centro de Asturias para reclamar del Ejecutivo autonómico una "mayor exigencia política" ante Madrid para poner freno a la "decadencia". También echa en falta presión social. "Deberíamos de recuperar la plataforma pro-Variante para que sea la del tren de Asturias", afirmó Llamazares.
El portavoz de Ciudadanos, Nicanor García, exigió "mejoras en infraestructura, tiempos y rendimientos para que las cercanías sean rentables y atractivas". Podemos no se pronunció, pero da prioridad a las cercanías respecto al AVE. Desde el ámbito municipal, el Pleno de Carreño aprobó por unanimidad una moción en la que emplaza a Fomento a mejorar el servicio ferroviario.
