Fomento no podrá cumplir su compromiso de solucionar en un mes el colapso de los servicios ferroviarios de la antigua Feve en Asturias. El pronóstico de Gaspar Llamazares, portavoz de IU en la Junta General del Principado, vino ayer acompañado por el llamamiento de la coalición "a la movilización y a la presión social y política para que Asturias tenga unas cercanías dignas de tal nombre". Después de un encuentro con los representantes sindicales de CCOO en Renfe-Adif, el parlamentario renegó del plazo de arreglo dado por el Ministerio como "una patada hacia delante a la espera de un nuevo Gobierno" y concretó su emplazamiento movilizador como una demanda de "presión del Gobierno asturiano y de la sociedad civil" ante el riesgo de que el "patrimonio ferroviario" asturiano "primero decaiga y luego se desplome".

Mientras ellos hablaban, la jornada transcurría con una docena de trenes anulados entre Moreda y Collanzo, en Aller, por problemas con el material, que se calienta en el trayecto ascendente y corre el riesgo de quedar inutilizado, y alguna llamada a filas al personal del resto de las líneas para evitar el colapso y las cancelaciones masivas de los días precedentes. En la línea allerana, las dificultades logísticas, habituales, conocidas, tratan de preservar unos convoyes deteriorados y como alternativa se traslada a los pasajeros de Moreda a Collanzo en autobús.

El plazo de un mes "no es creíble", abunda Llamazares en la línea de lo manifestado desde el Gobierno regional, "porque hay un problema importante de recursos humanos y de equipamiento móvil" que pide "medidas estructurales y no coyunturales". Porque no sólo falta personal entre los maquinistas, "también de talleres", le acompañó ayer el secretario general de CCOO en Renfe-Adif, Juan Carlos Lora, de forma que "las supresiones no se deben a veces a que no hay maquinista, sino a que no hay tren. Se junta el hambre con las ganas de comer y llegamos a esta situación" que los sindicatos "llevamos anunciando" al menos desde la integración de Feve en Renfe en enero de 2013.

Después de recorrer el trayecto entre Pola de Laviana y Oviedo, 38 kilómetros por carretera, en la hora y cuarto habitual en tren, el diputado de IU Ovidio Zapico exigió "al Principado firmeza ante el Gobierno central y a éste el cumplimiento inmediato de los planes de actuación y más inversión para situar al ferrocarril asturiano a la altura del siglo XXI".