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Un paisaje que vale más que un título

"Es precioso", dicen los peregrinos de las rutas jacobeas del Principado, que en muchos casos desconocen su declaración como Patrimonio Mundial hace un año

La peregrina noruega Kristin Sanne, sobre el puente de Peñaflor, en Grado. MIKI LÓPEZ

Los Caminos del Norte de la ruta jacobea cumplieron ayer su primer año como Patrimonio Mundial, aunque muchos de sus peregrinos desconocen el reconocimiento. "Espectacular", asegura la noruega Kristin Sanne en su primera etapa como peregrina desde Oviedo. Con su apreciación coinciden los andorranos José Capel y Cristina Sánchez. También han iniciado el Camino en la capital asturiana: "Esta primera etapa es preciosa", dicen contemplando las vistas del puente de Peñaflor, en Grado. En ambos casos, los peregrinos se sorprenden al saber que las rutas jacobeas fueron declaradas hace justamente un año Patrimonio Mundial. "Nos la recomendaron por los paisajes", dicen.

La Unesco "regaló" a Asturias la mejor noticia cultural de la década. La candidatura, en la que el Principado jugó el papel principal, era conjunta con el País Vasco, Cantabria, La Rioja y Galicia. Fue casi la despedida de la exconsejera de Educación y Cultura Ana González y resultó fundamental la aportación del entonces director general de Cultura, el arqueólogo Adolfo Rodríguez Asensio. Un año después la sensación general es que el Camino de Santiago a su paso por Asturias es valor en alza, sobre todo el llamado Camino Primitivo, un gran desconocido hasta hace poco tiempo que tiene un valor especial: nada menos que ser el primer Camino de Santiago de la historia, el que recorrió, cuenta la leyenda, el rey Alfonso II cuando llegaron las noticias de la aparición de la supuesta tumba del apóstol.

Pero queda mucho por hacer. El Principado admite las dificultades presupuestarias en torno a los grandes patrimonios culturales de la comunidad, entre ellos el Prerrománico y el Camino de Santiago. Presupuesto escaso (y prorrogado) para un patrimonio ingente. El trayecto para conseguir el marchamo de Patrimonio Mundial fue largo y lleno de dificultades. La Unesco había aparcado la candidatura en el año 2007. El Camino Francés ya era patrimonio universal desde mucho antes, desde el año 1993.

El Camino de la Costa tiene 936 kilómetros, de los que una cuarta parte transcurre por Asturias. En total, treinta concejos asturianos se ven beneficiados por la declaración de Patrimonio Mundial. En la candidatura defendida por Asturias se hacía hincapié en cinco hitos arquitectónicos de la región: la catedral de Oviedo; dentro de ella, la Cámara Santa; la iglesia y el monasterio de Cornellana, la iglesia de San Salvador de Priesca, en Villaviciosa, y la iglesia de Soto de Luiña, en Cudillero. Pero el verdadero premio para los peregrinos es una experiencia "espectacular".

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