"Hace años que no se hacía una campaña de este tipo, pero al ver los datos del último informe FOESSA sobre expulsión social y recuperación económica, nos vimos en la necesidad". Las palabras de Ignacio Alonso, Director de Cáritas Asturias son muy esclarecedoras del nivel de necesidad que acucia a la sociedad asturiana. "En los últimos años ha disminuido levemente el número de asturianos que necesitan de nuestra ayuda, pero las personas en riesgo de exclusión, que se encuentran en el filo, son cada vez más".

Por ello, la asociación benéfica lanza este verano la campaña "Ayer, hoy y mañana, ¡contigo somos Cáritas!", que busca aumentar el número de colaboradores en momentos tan delicados. El fin último es "procurar el acompañamiento y protección de todas esas personas empobrecidas y en riesgo de exclusión en Asturias", como recuerda Alonso. Para ello, desde Cáritas esperan que aumente el número de socios, tanto como voluntarios como con aportaciones monetarias, sean de la cuantía que sean, ya que "Cáritas lleva a cabo su labor gracias a la ayuda de muchas pequeñas aportaciones, aunque las grandes evidentemente también ayudan, y mucho", como recuerda Alonso.

El informe FOESSA busca sacar a la luz los desequilibrios existentes en la sociedad española, agravados más aún por la reciente crisis económica, pero con una razón latente de mucho mayor peso en el devenir de la sociedad. "El problema es de base, proviene de la construcción misma de la estratificación social. En época de bonanza, hay un colectivo al que no le llega ese bienestar, pero en momentos malos, lo hace con mayor fuerza. De ahí que ese socavón crezca cada vez más", explica el director.

La última publicación de FOESSA, que data de primeros del pasado mes de junio, habla de una España a dos velocidades, en la que Asturias es una de las comunidades autónomas más desfavorecidas a nivel nacional, sobre todo en los años más recientes, donde las cifras positivas no terminan de repuntar. Así, en el Principado no dejan de aumentar la desigualdad, el desempleo y con ello el riesgo real de pobreza.

En la región también crece el número de hogares sin ingresos, situándose de nuevo entre las comunidades en las que más ha crecido este dato en el último periodo.

Todo ello desembocada en un proceso contracíclico que hace que en épocas de crisis los datos de pobreza crezcan con gran celeridad, mientras que en épocas de mayor crecimiento económico, estos datos negativos no desciendan a la misma velocidad, llegando en la mayoría de los casos a estancarse.

Precisamente sobre esto hacía especial hincapié Ignacio Alonso, quien afirmaba que "lo peor de todo es que no vemos opciones de salida a corto plazo. Es cierto que todos los años desciende el número de familias a las que aportamos ayuda, pero siempre aparecen otras nuevas". Sin ir más lejos, el pasado año 2.200 nuevos núcleos familiares se vieron obligados a acogerse a los programas de ayudas de Cáritas. "Por eso hacemos este llamamiento, buscando más gente comprometida que haga posible el día a día de Cáritas", recalca Alonso.