El Gobierno del Principado ha escogido interlocutores para la mesa del diálogo fiscal y ninguno es el PP. El consejero de la Presidencia y portavoz del Ejecutivo autonómico, Guillermo Martínez, cerró ayer la puerta a los populares y a su oferta de apoyo para el presupuesto a cambio de la supresión en cómodos plazos del Impuesto de Sucesiones. "Estamos en otra negociación", apuntó Martínez mirando hacia la izquierda y vislumbrando el embrionario canal de debate fiscal con el que el Gobierno dice estar "comprometido". Esa mesa admite a IU y Podemos y excluye expresamente a los populares por la pretensión, precisó el Consejero, de "no mantener ninguna negociación paralela ni con el PP ni con ningún otro grupo político".

Al más reciente giro de la oferta fiscal de los conservadores replica el Gobierno, por lo demás, con cierta indiferencia. La propuesta de supresión del Impuesto de Sucesiones "no es una novedad" y la concesión de eliminarlo de forma paulatina genera en el Principado cierta frialdad rayana en el escepticismo. "Mercedes Fernández ya planteó una propuesta en términos similares en el parlamento", afirmó ayer Martínez, "pero una cosa son las declaraciones y otra muy distinta la realidad", añadió. Cobrando viejas afrentas, el portavoz del Ejecutivo autonómico volvió a afear al PP su negativa a apoyar el proyecto de presupuestos del Principado para 2016. Recordó que en aquellas cuentas estaba consignada no la supresión del tributo pero sí la corrección del llamado "error de salto" -el que exime del impuesto a los contribuyentes con herencias de hasta 150.000 euros, pero hace tributar desde el primer euro a los que superen esa cantidad-, y que si finalmente el agravio sigue en vigor es porque "varios grupos se opusieron" y porque "la primera en anunciar la enmienda a la totalidad, sin haber leído siquiera la propuesta del Gobierno, fue Mercedes Fernández".

La extensa controversia sobre el futuro del Impuesto de Sucesiones en Asturias escribía así un nuevo capítulo sin acuerdo en el constante tira y afloja entre los impulsos supresores del PP y la resistencia permanente del Gobierno. En el último movimiento, la presidenta de los populares se dijo dispuesta a valorar una supresión a lo largo de varias anualidades que tampoco ha encontrado respuesta.

El Principado ha priorizado siempre el diálogo en materia fiscal con los grupos de izquierda, cuyos planteamientos respecto al tributo que grava las herencias divergen de los de los populares. Después de fallar en las conversaciones que en esta materia mantuvo el Gobierno con Podemos durante la negociación para tratar de acordar los presupuestos regionales de 2016, los contactos apenas han pasado del reconocimiento mutuo de la disposición al debate. Tras una de las charlas con la consejera de Hacienda, el portavoz de Podemos, Emilio León, dejó claro que la idea de su grupo es ir más allá de la corrección del error de salto y aumento de tipos a las herencias más altas que componen la propuesta del Gobierno.