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SONIA CASTAÑÓN | Investigadora del Instituto Vasco de Investigación y Desarrollo Agrario

"Hay gente en la Universidad de Oviedo muy preparada a la que hay que ayudar"

"En proyectos de investigación, en el País Vasco primero miramos lo que tenemos en casa e intentamos adquirir lo que necesitamos"

Sonia Castañón, durante su charla en la Facultad de Medicina de Oviedo. F.R.

Sonia Castañón (Gijón, 1972), licenciada en Bioquímica por la Universidad de Oviedo, es la jefa del Departamento de Producción Vegetal del Instituto Vasco de Investigación y Desarrollo Agrario. En el año 2000 se vio obligada a emigrar de Asturias por la falta de oportunidades y ahora dirige su propia unidad con 48 personas a su cargo y coordina proyectos de investigación para España y países de todo el mundo. Castañón se encuentra estos días en Asturias y ayer impartió una charla sobre bioconversión bacteriana en la Facultad de Medicina de Oviedo.

-¿Cómo ve la Universidad de Oviedo desde su marcha?

-No conozco a toda la gente que está actualmente en la Universidad ni su evolución, pero en conversaciones con los investigadores siguen hablando de lo mismo que hablaban cuando me fui: falta de apoyo institucional, ausencia de financiación...

-¿El sector de la investigación ha sido uno de los más castigados por la crisis?

-Sí, con la crisis los proyectos a nivel nacional se han reducido, las empresas tienen menos fondos y además también contratan menos proyectos de investigación.

-¿Qué diferencias hay, en materia de investigación, entre Asturias y el País Vasco?

-El Gobierno vasco lidera la estrategia desde la Viceconsejería de Agricultura y desde ahí tiene una planificación muy marcada y definida. Además, existen centros tecnológicos perfectamente coordinados con la estrategia, todos dependemos del mismo sitio y está todo perfectamente estructurado. En el País Vasco primero miramos lo que hay en casa e intentamos adquirir lo que necesitamos. Tenemos proyectos con todo el mundo.

-¿En qué se basa esa eficiencia?

-Todas las investigaciones tienen que servir para el sector, estamos en contacto directo con ellos. Por ejemplo, yo me siento con el sector forestal, vinícola, hortícola... Ellos nos transmiten sus necesidades y en función de esas necesidades nosotros trabajamos y establecemos unas prioridades.

-Póngame un ejemplo.

-Por ejemplo en el tema de la patata, nosotros diseñamos nuevas variedades de la patata. Entonces me siento con la cooperativa alavesa de patata y ellos me dicen que quieren una patata que sea blanca, que fría bien y que resista determinado virus y yo trabajo para ellos.

-¿Y así se trabaja mejor que con otros sistemas?

-Te da la ventaja de que todas las investigaciones sean aplicadas para el sector y con el objetivo de mejorar la productividad y la rentabilidad. Entonces eso repercute económicamente y al final tenemos más financiación.

-¿Se marchó de Asturias por falta de oportunidades?

-Sí, fue por eso. Aquí no tenía ninguna.

-¿Cuál es la clave para que la investigación funcione como sector?

-Que sea aplicada: eso es fundamental. La investigación siempre tiene que estar orientada hacia algo. En el País Vasco pasa eso: ponen el objetivo final en valor. Nosotros tenemos unos indicadores (número de patentes, publicaciones, investigadores transferidos..) y estamos en distintos grupos, nos compenetramos y toda la línea la marca la Viceconsejería.

-¿Diría que en Asturias se apuesta por la investigación?

-Desconozco como está exactamente el panorama actual en el Principado. Desde la distancia se ve que sí tienen grupos cohesionados, pero son a través de los fondos europeos, que son obligatorios.

-¿Necesita más apoyo la investigación en Asturias?

-Sí, desde la parte gubernamental deberían apoyar la investigación. No sólo es una cuestión de dinero. En la Universidad de Oviedo hay mucha gente preparada y con capacidad que necesita ayuda para que los nuevos científicos salgan adelante.

-¿Cómo funciona la financiación de proyectos de investigación en el País Vasco?

-Yo cuando tengo algo que investigar que me pide mi sección, por ejemplo la optimización del tomate, puedo tener fondos propios del Gobierno Vasco o ir a una convocatoria específica.

-¿En qué proyecto está trabajando ahora?

-Nos acaban de conceder uno que se basa en algo que está muy de moda, que es la bioeconomía circular: intentamos obtener biodiésel a partir del cultivo de microalgas.

-¿La utilización de microalgas es un sector en auge?

-Sí, es un mundo gigante que todavía no se conoce. Es tan amplio que puedes elegir una, ponerla en unas condiciones específicas que genere ácidos y dependiendo de lo que quieras puedes ir hacia la alimentación o a la producción de biodiésel.

-¿Se pueden diseñar bacterias con funciones específicas?

-La respuesta es ambigua. Sí que se podría hacer, pero estaríamos hablando de organismos genéticamente modificados. Pero sí se puede hacer que una bacteria produzca una proteína determinada.

-¿Tiene pensado regresar a Asturias en el futuro?

-Estoy muy a gusto en el País Vasco, desde que llegué me han tratado mejor no, lo siguiente. Empecé de técnico y ahora me encuentro dirigiendo mi propia unidad con 48 personas y tres fincas experimentales. Siempre te planteas volver por amigos y la familia, pero actualmente estoy muy bien aquí. Me acogieron, me llamaron para trabajar nada más acabar la tesis.

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