Como caído del cielo. Así se encontraron ayer los conductores que circulaban por la autovía del Cantábrico (A8) a la altura de Villaviciosa una aeroveleta desplegada que, según las primeras suposiciones, había causado un accidente al desplomarse sobre el vial de forma inesperada. Pero la historia era distinta y en realidad el vehículo aéreo no llegó hasta la A8 por el aire, sino por el mismo suelo y rodando sobre el remolque que llevaba enganchado el único coche implicado en el siniestro.

Este turismo, un Dacia Duster con matrícula 7901-HNZ, se salió de la vía por causas que se desconocen e impactó contra el arcén. El accidente se produjo sobre las seis de la tarde y como consecuencia de la colisión el remolque se abrió, haciendo que la aeronave desplegase toda su colorida extensión y llamase la atención de los conductores que se la cruzaron en ambos sentidos. Fue la tela sintética que dispuesta en forma de alas permite al aparato mantenerse suspendido en el aire lo que más captó la atención de los conductores, presos de una mezcla de alarma e imaginación. Unos testigos aseguran que tras el impacto se liberó el paracaídas; otros que el remolque se soltó, pero el caso es que la aeroveleta terminó en la calzada y el automóvil que la transportaba estrellándose a un lado.

Efectivos de la Guardia Civil se desplazaron hasta el lugar del suceso, entre la segunda entrada a la capital maliaya y la Venta del Pobre y allí comprobaron que, en realidad, se trataba de algo más llamativo que de gravedad. El conductor del único vehículo afectado por el choque resultó herido leve, una condición que no evitó la presencia de una ambulancia en la autovía. Una vez retirada la llamativa tela de la aeroveleta la vistosidad del accidente se redujo de forma considerable y quedó en una mera salida de vía para quienes pasaron por el lugar poco después, que sólo se encontraron la parte inferior de la aeronave, compuesta por las tres ruedas, los dos asientos y la hélice posterior.

El involuntario protagonista de la tarde en las comarcas central y oriental transportaba en su remolque una suerte de triciclo volador o "paraciclo", un vehículo impulsado por una hélice trasera y que vuela cuando lleva acoplado un paracaídas. La espectacularidad del suceso no sólo sorprendió a los conductores, sino que ocasionó retenciones hasta que finalmente la Guardia Civil de Tráfico logró restablecer la circulación.