La decisión de Renfe de atacar la crisis de las cercanías de ancho métrico en Asturias trasvasando maquinistas desde el servicio de mercancías levanta profundos recelos y alguna sospecha entre los sindicatos de la compañía. La vestimenta de un santo desviste a otro, dicen los representantes de los trabajadores, que de momento se previenen contra "un plan de desmantelamiento de las mercancías de ancho métrico". Luis Blanco, presidente del comité de empresa del Grupo Renfe en Asturias, responde con suspicacias a los anuncios que el presidente de la compañía, Pablo Vázquez, hizo el viernes en Oviedo. Pasar a corto plazo quince maquinistas al refuerzo del maltrecho servicio de viajeros, la mayor parte conductores de mercancías con puesto en Pravia o de maniobras destinados en la playa de vías de El Berrón, le induce a preguntarse qué pasará con el servicio que se recorta.

Blanco se responde agitando la sospecha de la privatización, y con ella "la pérdida de trabajo fijo y con derechos en la sociedad de mercancías". Para después se teme otras supresiones de servicios: "Decíamos que hay un plan para acabar con el ancho métrico y de momento va a empezar por terminar con las mercancías de ancho métrico", apunta.

Los 33 trabajadores adicionales que Renfe prevé incorporar a más largo plazo, una vez que sean formados a partir de septiembre, tampoco cubrirán plenamente las necesidades de personal, prevé Blanco, toda vez que "llegarán a través del plan de desvinculación voluntaria, que lleva una tasa de reposición del sesenta por ciento". Las inversiones anunciadas en infraestructura y material rodante adolecen además, a su juicio, de falta de concreción -"no sabemos en qué van a gastar esos 23 millones, si van a comprar nuevos trenes, porque la chatarra actual hay que remotorizarla entera"- y el sistema de atención de incidencias en Feve expuesto como nuevo por el presidente "ya existía. Ya tenemos un servicio de guardia de cuatro trabajadores para atender esas contingencias", concluye.

A José Félix Quince, portavoz en Asturias del sindicato de maquinistas Semaf, le sirve "un parche" como expresión de retrato para la solución propuesta. "No es definitiva", justifica, pero sí precipitada y necesariamente "dejaría algo cojo en las mercancías, no sé exactamente el qué porque no tenemos aún toda la información". Añade que con la incorporación de los 33 trabajadores "me lo fían largo" y sospecha que hay un pequeño baile de cifras, que el presidente ha adjudicado "a Asturias las necesidades de toda la red de Feve".

"Todo lo que sea mejorar lo vemos bien", empieza Juan Carlos Lora (CCOO), al que sin embargo tampoco le salen los números. "El problema es si esto es para un lavado de cara y quedar bien ante la ciudadanía o va a ser una realidad", afirma. Y a la vista de las necesidades de personal por las bajas que se le presentarán al ancho métrico por el plan de movilidad hacia el convencional "esos 33 se nos quedan cortos". También él se pregunta "quién se va a ocupar de las mercancías en Pravia y de las maniobras en El Berrón" después de los traslados y colige asimismo que "en lugar de articular una gestión para reflotar las mercancías, vamos abandonándolas". Al llegar a las inversiones, resalta que las mejoras anunciadas en las estaciones "no son ninguna novedad, ya se están haciendo", y además de reclamar planes de choque para el material "anticuado" también se le antojan "cortos" los planes de incorporar a seis trabajadores más a los talleres de El Berrón: "Atienden siete modelos diferentes de trenes", resalta, "con los problemas que eso trae consigo".

Mientras tanto, el colectivo de usuarios "Asturias al tren" prefirió ayer abrir el plano y pasar de enfocar una crisis puntual al servicio en su conjunto. A su juicio, "la red del siglo pasado de la antigua Feve necesita una importante inversión y una profundísima reforma". Según su criterio, esto supone invertir en duplicar vías y corregir trazados -algo que no se hace desde 1930-, en mantener vías, comprar unidades nuevas y además de incorporar nuevo personal eliminar del transbordo de El Berrón y el fondo de saco ferroviario de Trubia y reducir la "saturación" de apeaderos.