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Asturias tiene suelo calificado para construir tantos pisos como tiene Oviedo

Al ritmo de edificación actual, la región tendría suelo calificado para 60 años | El Principado recomienda dar prioridad a la rehabilitación y al alquiler sobre la propiedad

La hinchazón y caída de la burbuja inmobiliaria dejó en los planeamientos de los ayuntamientos asturianos viviendas planificadas y sin edificar como para volver a construir casi todo el concejo de Oviedo. Los 78 municipios suman cerca de 120.000 casas pendientes de levantar que son alguna menos de las 123.000 que tiene en total la capital del Principado y que garantizarían suelo residencial para los próximos dieciséis años si se construyera ahora a un ritmo equivalente al de las 7.000 viviendas anuales que brotaban durante la bonanza y la primera crisis (2003-2011). Como quiera que hace tiempo que eso ya no funciona así, a la vista de la demanda actual estimada por el Principado y rebajada a unas 2.000 por ejercicio de aquí a 2028, el suelo disponible, calificado y sin construir, daría para mucho más, para cubrir las necesidades teóricas del mercado en sesenta años.

Hay en el planeamiento de los municipios una vivienda sin hacer por cada tres efectivamente edificadas, Oviedo acumula más del veinte por ciento del total y casi 13.000 más que Gijón y Siero tiene trescientas más que Avilés. Llama la atención que en el lanzamiento desaforado de los ayuntamientos a la previsión de nueva edificación residencial Piloña sea el quinto municipio con más inmuebles pendientes -con apenas doscientas casas desarrolladas de las 3.700 planificadas- y Gozón y Corvera los dos siguientes. Todo eso queda todavía por edificar a pesar de que el parque asturiano de viviendas ya creció en casi 90.000, un diecisiete por ciento, entre 2001 y 2011 mientras la población no progresaba más allá de un escaso 1,15 por ciento.

Estas cuentas las hace así el avance de las nuevas directrices de ordenación del territorio, recién divulgadas por el Gobierno autonómico, y sirve para asentar la convicción contenida en ellas de que al futuro de la región le conviene más la regeneración de lo ya construido que la edificación de nueva planta. El documento que actualiza las guías del modelo territorial asturiano urge el viraje del sector hacia un planteamiento coincidente con el que el Principado señaló ya como regla básica de articulación para el área metropolitana central de Asturias. El eje que atraviesa las tres principales ciudades de la región y sus aledaños inmediatos concentra casi tres de cada cuatro viviendas planificadas y pendientes de construir en Asturias, un 73 por ciento, pero no es sólo en ese entramado de alta concentración urbana donde, según las conclusiones de las nuevas reglas de ordenación, "parecen patentes la amplia previsión de suelo desarrollable" además de "las transiciones mejorables entre lo urbano y lo rural". También en el entorno de las "villas dinámicas" ha descubierto este diagnóstico territorial de Asturias ciertas secuelas del desafuero inmobiliario en forma de lamentables "procesos de urbanización difusa, exurbanización y periurbanización desordenada".

El remedio de lo ya levantado es complejo, por no decir imposible. Pero dentro de lo que sí se puede hacer, a partir del respeto a la conciliación de competencias territoriales entre el Principado y los ayuntamientos, la consejera de Infraestructuras, Belén Fernández, ha determinado que el Gobierno regional abraza la alternativa de la "regeneración urbana integrada" frente a la ocupación masiva de suelo nuevo. La rehabilitación, dicen expresamente las directrices, "debe jugar un relevante papel en la recuperación económica" mediante su poder para reconvertir a la vez una batería heterogénea de sectores -cita entre otros la construcción, el turístico, el energético y el ambiental o el urbanístico y social-, y para generar actividad, valor añadido y empleo, apoyando esta promesa en la certeza de que el envejecimiento del parque de viviendas es notablemente más elevado en Asturias que en el conjunto de España. Como fruto "de la menor incidencia especulativa del último ciclo constructor en el Principado", sigue el texto, más de dos de cada diez casas asturianas tienen más de cincuenta años y el 56 por ciento supera los treinta, lo que otorga al panorama inmobiliario regional "unas amplias posibilidades de actuación en el campo de la rehabilitación".

Las recomendaciones de las directrices van pues en esa dirección, teniendo en cuenta además que la burbuja ha subido a cerca de 83.000 las viviendas vacías en Asturias -había 10.000 menos en 2001-, pero también sugieren "descartar la urbanización de los espacios agrarios más valiosos, como las vegas de los ríos", y promover en materia de vivienda pública "una apuesta preferente por el alquiler asequible". Conecta este aviso con la absoluta preeminencia que la propiedad tiene en Asturias como régimen prioritario de tenencia de la vivienda. El Principado es la sexta región española con menor porcentaje de casas en alquiler -el 8,5 por ciento del total-, muy por debajo del doce de la media nacional y del 34,2 de la europea.

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