El Sindicato Médico Profesional de Asturias, SIMPA, ha contabilizado la jubilación de 683 médicos desde diciembre de 2009 hasta el 31 de diciembre de 2015. A éstos se sumarán más de un centenar a lo largo de este año. Es decir, que al finalizar este ejercicio la sanidad asturiana habrá perdido unos 800 facultativos de todas las especialidades en siete años.

Javier Alberdi, presidente del SIMPA, explicó ayer en la comisión de investigación de las listas de espera de que la organización a la que representa ya había advertido en el año 2007 de que la situación sería muy compleja en 2020, porque aumentaría la demanda por el envejecimiento de la población y sería necesario abordar el relevo generacional.

"La medida que se tomó en la anterior legislatura fue obligar a que se jubilaran todos los médicos a los 65 años y lo que estaba previsto para 2020 se adelantó a 2015, con el añadido de una crisis económica que no se había previsto", aseveró Alberdi. A esto se suma que la ley estatal que la tasa máxima de reposición es del 10% y que en el Principado tampoco se ha cumplido.