La recomendación realizada por el secretario general de la Federación Socialista Asturiana, Javier Fernández, al PSC el pasado fin de semana, pidiéndole que "se repiense su relación con el PSOE" si recupera una posición favorable a una consulta en Cataluña, ha provocado resquemor entre los socialistas catalanes. Tanto que ayer la secretaria general Assumpta Escarp, advirtió al también presidente del Principado de que "no se puede amenazar a un partido que es otro partido", dejando claro que el PSOE es una organización y el PSC otra y tienen un "acuerdo de relación".

Escarp replicaba así dos días después de que lo hubiera hecho el secretario general de los socialistas catalanes, Miquel Iceta, que en el mismo comité federal respondió a Javier Fernández que el PSC mantiene la misma posición que se pacto en la "Declaración de Granada", en la que el PSOE fijó su línea de federalismo sin referendos. También añadió que la ponencia que se verá en el próximo congreso del PSC "se debatirá libremente".

El discurso de Javier Fernández y las tensiones internas que generó hizo que el propio Pedro Sánchez interviniese para remarcar que la relación que con los socialistas catalanes es "la adecuada" y que él se siente "muy cómodo".

Escarp aseveró ayer que Javier Fernández "es una voz" del socialismo y "puede hablar y expresar lo que sea", pero advirtió de que "no puede amenazar, en una expresión, a un partido que es otro partido". "El PSC no es una federación del PSOE. Es otro partido", remarcó la dirigente, que incidió en que el PSC "siente" el "lazo" con el socialismo español, pero "forma parte de un acuerdo marco de colaboración entre dos partidos". Y añadió: "Somos un partido catalanista y expresamos lo que creemos que es mejor para Cataluña. No hay nada diferente de lo que se haya planteado en otras ocasiones, pero nuestra opción es la reforma federal de la Constitución".