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El fuego quemó en el primer semestre del año menos monte que nunca desde 1990

El brusco descenso invierte la tendencia tras la oleada de diciembre El Principado aprueba nuevos acotamientos al pasto de áreas calcinadas

El fuego quemó en el primer semestre del año menos monte que nunca desde 1990

La calma que sucede a la tempestad es el año más libre de fuegos del que queda constancia estadística. Después del diciembre devastador de los 364 incendios y las 12.000 hectáreas calcinadas, los seis meses siguientes han batido la plusmarca contraria. Los 236 focos registrados en Asturias en el agregado de enero a junio no sólo son apreciablemente menos de los contabilizados en unas pocas semanas de diciembre, también acumulan la superficie quemada más reducida en un primer semestre al menos desde 1990 y en todo caso desde que tiene memoria la estadística de la Sociedad Asturiana de Estudios Económicos e Industriales (Sadei).

La suma de lo carbonizado no llega a 460 hectáreas, un ochenta por ciento menos que en el mismo periodo del año pasado, y el número de fuegos rebaja en más de la mitad los consignados en la primera fracción de 2015. La inversión de la tendencia tuvo la ayuda del cielo cuando a partir de febrero el invierno pasó de aquel calor anormal al frío y a la lluvia. Justo después, la primavera buscó un sitio entre las diez más lluviosas y frías en Asturias desde 1976 y el resultado, medido en incendios y hectáreas quemadas, también cambia por completo el escenario desolador del que venía el monte asturiano. Según los datos que Sadei toma de Bomberos de Asturias y que mantienen la proporción habitual de los incendios en el monte asturiano, el noventa por ciento del total de lo calcinado en el periodo arrasó superficies de matorral y el diez restante repartió las quemas de modo desigual entre las zonas arboladas y una porción ínfima de pastizales. La voracidad anormalmente reducida del fuego en lo que va de año se calibra, por lo demás, echando un vistazo a los anteriores, sobre todo en la comprobación de que el tope estadístico de un primer semestre son 16.500 hectáreas quemadas entre enero y junio de 1997, 35 veces más que en el periodo recién finalizado.

No es de esperar, sin embargo, que las secuelas de la inmensa avalancha incendiaria que recorrió la región a finales de 2015 remita por completo en el corto plazo. Ayer, de hecho, la Consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales publicó las resoluciones de acotación al pastoreo de diez montes que ardieron en diciembre en los municipios de Allande, Cangas del Narcea, Aller y Oviedo. Las decisiones se materializan unos días después del primer avance parlamentario de la propuesta del PP para reformar la ley de Montes y suprimir esas restricciones al pasto de los terrenos afectados por los incendios forestales.

La suspensión cautelar

La iniciativa, que recoge una demanda recurrente y casi unánime de los ganaderos asturianos, inició su tramitación con el voto favorable de todos los grupos de la Junta General del Principado salvo Podemos, que se abstuvo, y no estará lista en el mejor de los casos hasta el próximo otoño. Para amortiguar los efectos de la demora, no obstante, el grupo popular ha registrado en el parlamento autonómico una Proposición no de Ley aún no debatida que pretende conminar al Gobierno del Principado a que suspenda de modo cautelar, mientras dure el trámite de la reforma, tanto los acotamientos como las sanciones a los ganaderos que los incumplan. El PP sustentaba su demanda en una ley de ámbito estatal que, según su criterio, ya descarta las vedas al pasto, aunque el Gobierno regional llevó ayer al Boletín Oficial del Principado (BOPA) las pruebas de que no está por la labor de parar los acotamientos mientras la medida no tenga el definitivo sustento legal. Las resoluciones publicadas ayer restringen al pasto diez montes con plazos variables que finalizan entre 2017 y 2025.

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