La maratoniana jornada de ayer en el macrojuicio del "Caso Marea" por presunta corrupción reveló cómo funcionaba el entramado en el que los principales protagonistas fueron la cúpula de la Consejería de Educación hasta 2010, las empresas Igrafo y Almacenes Pumarín, y el reconocimiento explícito de los hechos por parte de la exfuncionaria de Cultura del Principado Marta Renedo. "No sé por qué lo hice, voy a declararlo todo, fue un gran error", repite entre sollozos y suspiros mientras les relata a amigos y familiares que la han cesado.

Las 80 escuchas se distribuyeron en intensas sesiones de mañana y tarde. La práctica totalidad de ellas están grabadas en el verano de 2010, cuando la actividad de la supuesta trama estaba en pleno apogeo pero sin que sus protagonistas se supieran investigados.

El momento más interesante de la mañana se produjo cuando en una de las escuchas una trabajadora de Cajastur en Llanes alerta a la exdirectora general de Planificación de la Consejería de Educación de que ha llegado una orden judicial solicitando información de todas sus cuentas. Es entonces cuando la "número dos" de la Consejería se entera de que está siendo investigada por la Brigada de Delitos Económicos y se pone al habla con sus asesores, a los que pregunta qué son delitos económicos e insiste en que está al día con Hacienda, que incluso le ha devuelto dinero. Hasta que ata cabos y piensa en alguna operación antigua relacionada con sus negocios particulares. "Pero todo aquello está prescrito y más que prescrito, ¿no?", pregunta alertada. Y entonces es rotunda: "No quiero que por problemas anteriores el Principado tenga un baile. Hablo con José Luis, pido la jubilación y punto. No voy a estar esperando que llegue el escándalo público", se escucha en las grabaciones. Un mes después, el mismo día, ella y el consejero José Luis Iglesias Riopedre dejan sus cargos.

La mayoría de las grabaciones correspondían al teléfono de Víctor Manuel Muñiz, el dueño de Igrafo, que tenía línea directa y relación estrecha con la cúpula de la Consejería de Educación. Las conversaciones entre José Luis Iglesias Riopedre, María Jesús Otero y Víctor Manuel Muñiz son continuas y esclarecedoras.

Por ejemplo, en una conversación con un empleado de Igrafo sobre las ventas de enero a junio de 2010, Muñiz llega a la conclusión de que necesita ayuda. "Voy a ver si María Jesús (Otero) me da algo para levantar el tema. Algo a cuenta, 300.000 euros, y así vamos tirando. Voy a hacerlo el lunes sino, no levanto el mes", dice el empresario.

En otra ocasión es Iglesias Riopedre el que llama a Víctor Manuel Muñiz desde Bruselas, y le pregunta por la compañía Smart y la digitalización. "¿Tú eres el que los representa? Voy a ver si hacemos un convenio con ellos y metemos a Telefónica", le anuncia.

En otra conversación entre el Consejero y su mano derecha acuerdan como repartir unas obras en Arriondas, que deben estar listas antes de que empiece el curso en septiembre. Así, "Infantil a San Pedro, lo de Primaria que lo haga Isolux Corsán, que se andan quejando siempre que no le damos nada, y Contratas Iglesias lo de Secundaria, y así los quitamos de en medio", ordena Riopedre. "¿Y lo del comedor se lo doy a Pumarín? Siempre reparto entre Igrafo y Pumarín", apostilla Otero, que obtiene el visto bueno del "jefe".

También en varias conversaciones se explica cómo se encarga a Víctor Manuel Muñiz la presentación de tres ofertas de distintas empresas del entramado, una de ellas para adjudicarle el contrato y las otras dos de tapadera. Es más incluso se le dan instrucciones para que las varíe porque están hechas con un IVA del 16% y cuando se fueran a utilizar ya habría entrado en vigor la subida al 18%.

El empresario no esconde su aprecio por Otero, "a la que no puedo perder", ni los favores personales también a Iglesias Riopedre, que llega a actuar como gerente de la empresa de su hijo, dedicada a la Geotermia. Y en una de las grabaciones Muñiz llega a decirle al hijo del Consejero que tiene que pagar una factura pendiente, y que él le va a dar el dinero, "unos 17 o 18.000 euros". Por el medio aparecen intentos de "apaños" en colegios, institutos, centros culturales y la Universidad.

Se adelanta el final

Las grabaciones de Marta Renedo, donde está el inicio del mayor caso de corrupción conocido en Asturias, quedaron para el final. Sus lloros y lamentos se escucharon en las grabaciones cuando se descubrió el entramado y la cesaron. Y también se le notó ayer alguna, más o menos contenida. En todas las audiciones quedaba claro el reconocimiento de los hechos y el arrepentimiento, así como la preocupación por el disgusto a su familia. Pero también asegura que "no voy a implicar a nadie". "Fue un gran error, no sé qué pasó", le dijo a Juan Bonifacio Lorenzo, director de la Filmoteca de Asturias, quien le dio ánimos: "Una amiga que echa las cartas me dijo que resurgirías".

El Tribunal anunció ayer el adelanto del calendario y el próximo día 28 finalizará el juicio.