La Fundación Metal, que ha formado a miles de trabajadores también en el extranjero, reducirá plantilla, su infraestructura y reducirá costes para evitar el cierre. Así lo decidió ayer el patronato de la entidad, aunque en el comunicado emitido tras su reunión urgente se elude hablar de medidas concretas y se limita a indicar "la puesta en marcha, de manera inmediata, de una serie de medidas estructurales que aseguren su viabilidad y su futuro". En términos empresariales eso significa una profunda reestructuración con reducción de personal y de gastos. También supone que la futura estructura se tendrá que adaptar a unos perfiles profesionales concretos.

Es conocida desde hace tiempo la compleja situación económica de la Fundación Metal, con sus cuentas en números rojos y un expediente de regulación de empleo temporal en vigor y renovado reiteradamente. Las dificultades por la falta de financiación, debido a que no la Administración no convoca cursos, y al cambio de legislación, que además obliga a la entidad a adelantar el 75% de la inversión en formación, han dejado a la fundación al borde del cierre.

Los miembros del patronato, sin embargo, se comprometieron ayer a buscar soluciones para mantenerla en activo. Según explicaron en el comunicado emitido tras una reunión de urgencia, "consideran a la Fundación una herramienta flexible, eficaz y eficiente, así como generadora de valor para poder afrontar con éxito la cualificación de los recursos humanos de un sector estratégico en la economía regional". En el horizonte está el importante relevo generacional de miles de profesionales que el metal asturiano tendrá que afrontar en la próxima década.

El patronato está constituido por el Principado de Asturias -que preside la entidad ahora con la directora general de Industria, Sandra Velarde, al frente- UGT, CC OO, los Ayuntamientos de Gijón y Avilés y la Federación de Empresarios del Metal y Afines del Principado de Asturias (Femetal).