Novecientos años después de su construcción y casi doscientos desde que fuera desamortizada por el Estado, la iglesia del monasterio de San Antolín de Bedón, en Llanes, permanece en un limbo administrativo que parece no tener salida. El Estado, al que todos los documentos existentes apuntan como titular, ha rechazado ya por dos veces registrar el templo a su nombre. Y ni el Gobierno del Principado ni el Ayuntamiento, que luchan desde hace tiempo por una solución, tienen capacidad jurídica ni competencias para hacerse cargo del edificio, declarado monumento nacional en 1931 y bien de interés cultural (BIC) hace treinta años. La situación de la iglesia de San Antolín de Bedón y las posibles soluciones a su situación de abandono por parte de la Administración central compondrán el tema central del Conceyu Abiertu que, organizado por el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA, se celebrará el próximo miércoles, a las siete de la tarde, en el salón de actos de la Casa de Cultura de Llanes. Participarán como ponentes la concejala de Cultura de Llanes, Marisa Elviro; el subdirector del Real Instituto de Estudios Asturianos (RIDEA) y cronista oficial de Piloña, Andrés Martínez y el profesor de la Universidad de Oviedo y editor de la revista "Bedoniana", en la que se publicó numerosa documentación sobre el templo y el antiguo monasterio, Juan Carlos Villaverde.

El abandono de la iglesia, construida en el siglo XIII, llevó hace unos años a un grupo de vecinos y veraneantes de la localidad de Naves, de la que el templo fue iglesia parroquial durante siglos, a crear la plataforma, que ha organizado diferentes acciones en defensa de ese bien patrimonial, incluidas concentraciones y recogidas de firmas. Y que reclama una salida para la que los expertos consideran la más importante joya del Románico en el oriente de Asturias. También la responsable de Cultura ha marcado como una de sus prioridades la resolución del problema que rodea a Bedón. De hecho, Elviro ha propiciado varias reuniones con responsables del Principado y del Estado, en busca de una salida que permita rescatar el edificio para el dominio público y asegurar su conservación.

La iglesia de Bedón figura en la denominada "Lista Roja", impulsada por el colectivo "Hispania Nostra" para denunciar aquellos bienes patrimoniales que se encuentran sometidos a riesgo de desaparición, destrucción o alteración esencial de sus valores. ¿Cómo ha llegado la iglesia de Bedón a esta situación? Por un cúmulo de circunstancias, que comienzan con la decisión de la Diócesis de Oviedo, en 1804, de trasladar el culto al pueblo de Naves, a otra iglesia que iba a construirse con las piedras de la de Bedón.

La intervención de la Comisión de Monumentos de Asturias, que subrayó el enorme valor patrimonial de la iglesia del antiguo monasterio de la orden de San Benito, evitó su destrucción. Años más tarde, en 1820, todos los bienes del monasterio de San Antolín de Bedón, incluida la iglesia, fueron desamortizados por el Estado y, en 1822, puestos a la venta.

El caso es que se vendió toda la propiedad, excepto el templo, como recogen todos los documentos registrales posteriores existentes. Así que, en realidad, la iglesia ya era propiedad del Estado en 1820. Y nunca dejó de serlo.

Pero la Administración central ha rechazado ya por dos veces en los últimos veinte años registrar a su nombre el templo, alegando que no está clara su titularidad, y sin haber tenido en cuenta la nueva documentación rescatada por Juan Carlos Villaverde y publicada en "Bedoniana", que avalan el hecho de que la iglesia es del Estado. Un intento, hace unos años, de algunos propietarios de la finca que circunda al templo de registrarlo a su nombre fue rechazado por el Registro de la Propiedad de Llanes, al no existir títulos que validaran tal pretensión.

Así pues, en la actualidad la iglesia de San Antolín de Bedón no tiene propietario reconocido, lo que hace que sea un inmueble vacante, y por lo tanto el Estado debería asumir su titularidad, según señala la legislación vigente. El Gobierno del Principado ya ha manifestado al Estado su interés en hacerse con la titularidad del edificio, pero demanda que antes el Estado asuma su titularidad y luego se lo ceda, previa ejecución de las obras y reformas necesarias para que el bien quede en condiciones adecuadas de conservación.

Propiedad

La propiedad de la finca que rodea a la iglesia de Bedón corresponde en parte a una sociedad limitada y en parte a herederos de un antiguo propietario, José Pesquera, que adquirió en 1870 toda la propiedad, salvo la iglesia, que quedó exceptuada de la operación porque su titularidad "corresponde al Estado", según figura explícitamente en el documento registral, reproducido hace unos años por este periódico.

Desde hace unos meses, el acceso a la iglesia de San Antolín de Bedón no es posible, pues los propietarios de la finca circundante han cerrado el camino peatonal, alegando que la zona está siendo objeto de obras. Es cierto que se han ejecutado obras de consolidación de las ruinas (varios edificios) que rodean a la iglesia y de limpieza, pero las autoridades llaniscas han reclamado que se reabra ya el tránsito de personas en esta zona, pues el edificio no puede ser disfrutado en la actualidad por los cientos de peregrinos que cada semana avanzan por las inmediaciones camino de Santiago de Compostela (la Ruta Jacobea discurre a escasos metros del templo).