La sociedad demanda "un juez en el que poder confiar, que no tenga más directriz que la ley, cercano, independiente, íntegro y ejemplar", defendió ayer el presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, Carlos Lesmes, en la entrega de despachos a los 50 jueces que integran las 66ª. promoción de la Carrera Judicial, de la que forman parte dos asturianas.

Para las 32 mujeres y 18 hombres que componen la última promoción salida de la Escuela Judicial tuvo palabras de aliento el presidente del Consejo General del Poder Judicial, quien instó, tras el último atentado registrado en Niza, a que los nuevos jueces traten de trasladar a la ciudadanía ahora "más que nunca, un mensaje de fortaleza" e insistió en que la integridad debe ser uno de los principios rectores de su comportamiento, "incluso fuera del ámbito estricto de la actividad jurisdiccional, omitiendo toda actuación que suponga un aprovechamiento o beneficio ilegítimo derivado de la condición de juez", reivindicó Lesmes. Tras expresar sus condolencias por las víctimas de la masacre del jueves en la Costa Azul, el presidente del Consejo General del Poder Judicial aseguró que los ciudadanos quieren un juez que, además, de estar capacitado para decidir sobre cuestiones de creciente complejidad, lo que les exigirá "nuevas habilidades" que, junto a los valores de siempre, les permitan promover la confianza colectiva en el orden jurídico que tienen la obligación de preservar. Tras recordar que el poder de los jueces, como el del resto de los poderes públicos, sólo es un instrumento que los ciudadanos depositan en sus manos para que desarrollen la misión que les corresponde, Lesmes subrayó que una sociedad no puede funcionar sin una Administración de Justicia eficaz y de calidad y que los jueces son "pieza fundamental" para garantizar la paz social y la seguridad jurídica, "sin la cual no es posible una sociedad moderna".

El acto estuvo presidido por el Rey Felipe VI.