La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

FÉLIX RUBIO CAMÍN | Misionero en México

"En un futuro puede que la Iglesia declare obligatoria la donación de órganos"

"Evangelizar también es enseñar a la gente a ser personas, es una labor muy válida"

El misionero Félix Rubio Camín oficiando misa. MARCOS LEÓN

El gijonés Félix Rubio Camín lleva, a sus 81 años de edad, más de medio siglo como misionero en México. El Padre Rubio Camín, con 11 años se fue al Seminario de los Padres Paúles en Villafranca del Bierzo, donde estudió sus 5 primeros años. Con 16 años realizó dos años de noviciado para ya en 1951 irse a Madrid a estudiar 3 años de filosofía. Tras el paso por la capital, realizó cuatro años de teología, el primero de ellos en Cuenta y los tres siguientes en el Seminario Mayor de Salamanca. El año que Rubio Camín se ordenó, fue el año que más sacerdotes se ordenaron en la historia de la Iglesia. Tras ello, se fue con 11 compañeros a México, a vivir su vida de misionero.

-¿Cómo decidió usted hacerse misionero?

-Es algo que lo traigo dentro, metido en el alma desde niño. Yo me fui al seminario por mi cuenta, a mí nadie me empujo. Cuando mis padres se enteraron de que me iba, yo ya tenía todo arreglado. Fue una decisión absolutamente personal. La idea que yo tenía en aquel entonces del misionado no tenía nada que ver con la realidad. Además, ha cambiado mucho la idea de la Iglesia sobre la misión.

-¿Qué México se encontró usted al llegar?

-Encontré a México todavía. Hoy ya no es aquel México, hoy es otro. En aquel entonces se podía vivir en México.

-¿Por qué dice usted que por aquel entonces se podía vivir?

-Hoy en día la situación es complicadísima. No se sabe muy bien cuándo comenzó todo esto, pero ha ido evolucionando con el paso de los años. Cuando llegué, México D.F. era una ciudad tranquila, precisa, se podía vivir. Hoy en día hay muchísima inseguridad.

-¿Qué papel desempeñaron los misioneros en esta situación tan convulsa?

-En la práctica diaria, nos mantenemos al margen. Ni a mí ni a mis compañeros, que yo sepa, nos ha tocado vernos metidos en un lío de estas características. Aunque sí ha habido otros sacerdotes que se han encontrado inmiscuidos en complicaciones.

-¿Cuáles fueron sus funciones como misionero en México?

-Me tocó estar en parroquias, en el Distrito Federal y después en Veracruz. Tras eso, anduve más de 20 años en misiones populares en el campo, de pueblito en pueblito, trabajando con la gente. La misión tal como la entendemos no es solamente el catecismo, sino el humanismo completo. Enseñar a la gente a comer lo que es comestible y no lo saben, creo que también es una labor evangelizadora. O enseñarles a que pueden sobrevivir sin necesidad de irse a los Estados Unidos creo que también es evangelizar. Es decir, enseñar a la gente a ser personas. Creo que es una labor muy válida. Ahora, llevo ya 15 años en Veracruz: ya andaba escaso de fuerzas.

-¿Dónde ve usted su futuro?

-Allí. Si consigo llegar, Dios mediante, mi futuro está allí. Mi familia insiste en que me quede aquí en Asturias, pero ¿después de 50 años allí, que pinto yo aquí? Desde luego, allí se quedarán mis huesos. Y lo que pueda servir, que sea para otro.

-¿Se refiere a la donación de órganos?

-Sí. Lo tengo muy claro. La donación es algo absolutamente necesario. Si a mí ya no me sirve, ¿con qué derecho puedo yo privar a otro de seguir viviendo? Si ya entregaste el alma a Dios, lo que pueda servir a alguien, que sirva

-¿Cuál es la postura oficial de la Iglesia a ese respecto?

-No hay nada lestablecido, que yo sepa. Pero no está en contra. Hay incluso teólogos que han llegado a plantear la posibilidad de que en un futuro la Iglesia pudiera declarar obligatoria la donación de órganos. Yo no veo nada en contra de esta decisión, pero tiene que evolucionar aún mucho la Iglesia. De hecho, tiene que evolucionar el ser humano, antes de que pueda evolucionar la Iglesia católica.

-Precisamente, el Papa Francisco está intentando lograr cierta renovación en la Iglesia.

-Siempre hay opiniones dispares, nunca llueve a gusto de todos, pero en general cae muy bien a todo el mundo, la gente está satisfecha. Yo siempre he sido bastante abierto de ideas, no me sorprende las cosas que plantea. Incluso hay algunas que yo, en mi interior al menos, las tenía ya planteadas hace cierto tiempo, antes de que él lo hiciera públicamente.

Compartir el artículo

stats