El nuevo paquete de medidas que aprobará en los próximos días la Comisión Europea para paliar la crisis láctea no convence en Asturias. Los ganaderos lamentan que los 150 millones de euros que se destinarán para incentivar la reducción de la producción sea voluntaria. Incluso avisan de que Bruselas puede caer en la trampa de dar dinero sin conseguir salir del agujero. "En tres meses, el ganadero que decida recortar su producción para acceder a las ayudas, podrá volver a aumentarla", advierte el director general de Desarrollo Rural y Agroalimentación, Jesús Casas.

Su consejería está de acuerdo con el diagnóstico, aunque no tanto con la medicina. "Eso se verá en unos meses y si no funciona habrá que adoptar nuevas medidas. De cualquier forma, el paquete actual es positivo. Significa que por primera vez Europa reconoce que hay un problema serio con el campo", según explica Casas.

El comisario de Agricultura Philip Hogan presentó el pasado lunes "por sorpresa" los 500 millones de euros que Europa empleará para equilibrar el mercado lácteo. Ello supondrá la puesta en marcha de seis nuevos reglamentos. El primero de ellos y el más cuantioso (150 millones) es el que tiene que ver con la retirada voluntaria de leche remunerada. Bruselas pagará directamente a los ganaderos que quieran rebajar su producción y recibir a cambio un incentivo de 14 céntimos por kilo (aproximadamente un litro).

"Nosotros abogábamos por una reducción obligatoria. Ahora mismo tenemos un mar de leche y su distribución no es homogénea", asegura Jesús Casas, en referencia a los países del centro y norte de Europa, que desde la desaparición de las cuotas no han parado de aumentar su producción. En opinión del director general de Desarrollo Rural, la región no debería solicitar esta subvención, ya que "España es un país deficitario en leche". Jesús Casas cree que los asturianos que podrían acogerse a esta ayuda serían ganaderos que tienen pensado cerrar sus cuadras.

"Nos dejan morir"

Por su parte, los sindicatos agrarios aseguran que la medida no va a tener efecto al ser voluntaria y la tachan de sinsentido. "La reducción tendría que ser obligatoria, nos están dejando morir", se queja Mercedes Cruzado, secretaria general de COAG Asturias. "Están llevando al sector a la ruina. Primero nos dicen que tenemos que producir y ahora nos cambian el chip para dejar de producir", señala José Ramón García, portavoz de la Unión de Campesinos de Asturias (UCA).

El segundo de los reglamentos que aprobará la Comisión Europea está dotada de 350 millones, de los cuales 14,5 corresponden a España. Se trata de un programa específico de apoyo al sector, que tendrá que estar listo antes de finales de año y que gestionará cada país. La prioridad del Principado es evitar un trato discriminatorio como se hizo con las últimas ayudas y consensuar con el sector los criterios que beneficien al campo asturiano.

El director general de Desarrollo Rural califica de "interesante" el tercer reglamento, que desacopla los pagos de la Política Agraria Común (PAC) al número de vacas. "Hasta ahora, si perdías por ejemplo cinco vacas, las ayudas se reducían. Con el objetivo de amortiguar el aumento de producción, Bruselas no modifica los pagos independientemente de que se reduzca el número de reses", detalla Casas, que enumera las restantes medidas.

Dos de ellas consisten en prolongar hasta finales de 2017 el período de almacenamiento privado de la leche en polvo -producto que vuelve al mercado- y la de intervención -los litros que se destruyen o se destinan a usos humanitarios-. Por último, Bruselas adelantará, como ya hizo en el anterior ejercicio los pagos de la PAC: hasta un 70% en las ayudas directas y un 85% en las de desarrollo rural.