En el supuesto imposible de que el volumen de asturianos acogidos a la ley de Dependencia no aumentase más, al ritmo actual el Principado tardaría algo más de un año en desocupar su lista de espera. No parece poco, pero es el segundo mejor dato de España, sólo por detrás del de Castilla y León. España en su conjunto se demoraría más de cuatro años y por ejemplo Canarias tardaría más de 25. El Observatorio de la Dependencia sitúa a Asturias entre las regiones que más han avanzado en atención a dependientes en el último año, contabilizado de junio a junio, con un incremento del 24 por ciento en el número de personas incluidas en el sistema, el doble del promedio del país y sólo por detrás de Castilla y León. Asturias tiene, según la misma fuente, un dieciocho por ciento de desatendidos en su lista de espera, más de trece puntos por debajo de la media nacional y únicamente menos que la comunidad castellanoleonesa y Madrid.

El informe del Observatorio, que elabora la Asociación Estatal de Directores y Gerentes en Servicios Sociales, constata una amplia mejoría generalizada en la comparación de este junio con el pasado, si bien vincula este progreso con la incorporación al sistema, a mediados del año pasado, de los dependientes moderados y precisa que en muchos casos éstos "ya venían siendo atendidos por los servicios sociales locales y autonómicos, con lo que se intuye que su incorporación de facto al sistema se debe a más a mecanismos de gestión que a un cambio real de su situación o de los servicios que reciben".

Progresos

En un mapa de hondas desigualdades territoriales, el estudio incluye a Asturias entre las regiones con mayores progresos, en el grupo que junto a Castilla y León, Madrid o La Rioja se sitúa en el polo opuesto de las catalogadas en situación "crítica". Precisa, eso sí, que la cifra actual de atenciones, con ser positiva, continúa siendo insuficiente. Ese calificativo merece, en opinión del colectivo, el modelo de financiación de la Administración central. Insuficiente o "tramposo", aseguran los profesionales, toda vez que los sucesivos recortes "están provocando la paulatina retirada de la financiación finalista a las comunidades autónomas a medida que el gasto en estos capítulos se incrementa".

En total, según los datos actualizados al pasado junio, Asturias atiende holgadamente a ocho de cada diez dependientes. En España, la proporción desciende a siete de los 1,2 millones de demandantes.