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Las debilidades de uno de los principales atractivos turísticos de la región

Santiago se perdería en Asturias

Los responsables de los diferentes albergues de peregrinos del Principado critican la "mala señalización" del Camino de Santiago

Jorge Suárez, hospitalero del albergue de peregrinos de Almuña. L. C.

Si el Apóstol Santiago recorriese hoy el Camino que lleva su nombre probablemente acabase preguntando la dirección hacia el siguiente albergue. No sabría circular bien y además se encontraría unas rutas en un estado de suciedad manifiesta. La ruta jacobea a su paso por Asturias precisa de actuaciones inminentes como mejorar la señalización de los caminos, reforzar la limpieza y regular la gestión de los albergues. Estos deberían ser los objetivos ante el plan del Principado para realzar el Camino.

Lo han dejado claro algunos de los regentes de albergues de peregrinos y representantes de las Asociaciones de Amigos del Camino de Santiago consultados por LA NUEVA ESPAÑA, a raíz del anuncio del plan especial del Principado destinado a reforzar económicamente la ruta jacobea, un proyecto aún en preparación, para el que está previsto tener un borrador en septiembre y un documento final antes de que acabe este año.

Mejorar la identificación de los albergues, crear una red de comunicación directa entre los hospedajes, impulsar una mayor difusión turística del Camino, ampliar la capacidad para recibir a más peregrinos, instalar wifi, mejorar el mantenimiento de los albergues y potenciar los servicios básicos completarían el listado de necesidades prioritarias que expresan los conocedores de la red de albergues del Camino.

"Está todo muy enfocado al turismo y se debe pensar más en los peregrinos. Hay que hacer más albergues de uso exclusivo de caminantes, mejorar la señalización y dotar de una mayor limpieza al camino", explica Mari Rico, presidenta de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago en Valdés y Luarca. "Qué se ayude políticamente a todo lo que tenga que ver con el Camino es positivo, porque es una inversión para que la gente gaste más en Asturias".

Rico lleva varios meses con serios quebraderos de cabeza por el albergue de Piñera, en Navia, que lleva cerrado por obras desde noviembre. "Está previsto que las reparaciones finalicen en agosto, pero se necesita una alternativa ya", clama Rico, que continúa haciendo un repaso sobre el estado de los albergues del occidente asturiano. "En general, se necesitan más duchas y baños. Los colchones están en el suelo y urge reparar las señalizaciones de los albergues, muchas están rotas y los peregrinos no saben como llegar", explica Rico.

La presidenta de la asociación de amigos del Camino de Santiago de Valdés también pone el foco en el albergue de Cadavedo: "La estructura está bastante deteriorada, es necesario quitar las humedades, cambiar las ventanas y sustituir la bañera por un plato de ducha", sentencia.

En la línea de Rico se expresa también Laureano Víctor García, presidente de la Agrupación de Asociaciones del Camino de Santiago del Norte. "La información sobre el plan de ayuda al camino del Principado que conocemos hasta ahora es muy genérica, por tanto todavía no se sabe muy bien las ayudas que se plantean".

En opinión de García lo más urgente es "el reglamento de gestión de los albergues, porque hay un estado de ilegalidad manifiesto. Muchos albergues necesitan reglas para que puedan tener claro cual es su función." García coincide con Rico en el "excesivo enfoque hacia el turismo y no hacia el peregrino". Respecto al estado en las instalaciones de los diferentes albergues, García afirma que "se necesita una adaptación a los nuevos tiempos, conexión con wifi y también sería muy importante la creación de una red de información directa entre los albergues".

Para entender bien la problemática de los albergues, hay que tener clara la distinción entre albergues turísticos y de peregrinos, los primeros son privados y no viven únicamente de los asistentes al Camino de Santiago, los podríamos catalogar como hoteles o casas rurales. Los segundos, los que ocupan el ancho de este reportaje, son exclusivamente para el uso de los peregrinos y se financian con los donativos que aportan ellos mismos, que suelen ir desde los 5 a los 8 euros.

La mayoría de ellos son municipales y cuentan con ayudas económicas de los ayuntamientos. Suelen tener hospitalero, pero algunos son autogestionados: las llaves de las instalaciones están en una casa o en un comercio cercano al albergue y los propios peregrinos se ocupan de conseguirlas y dejarlas en el mismo lugar cuando se marchan.

En el lado de los albergues turísticos privados, los que no dependen únicamente de la afluencia de peregrinos, está Manuel Lamadrid, dueño del Albergue "El Cantu", en Colombres, concejo de Ribadedeva. "El problema principal que hay que solucionar es determinar a quién pertenecen los albergues: hay que concretar exactamente lo que es un albergue de peregrinos. Con la legislación actual cualquiera puede tener un albergue y poner a dormir a cincuenta personas en cincuenta metros cuadrados", cuenta Lamadrid.

El dueño del albergue de Colombres también apunta hacia la figura de los peregrinos. "Se debe concienciar a los caminantes de lo que es el Camino de Santiago; muchos protestan porque todo es caro y es como que tenemos que tenerlo todo dispuesto para ellos. Hay que dignificar el camino, lo que no puede ser es que venga alguien que pretenda dormir debajo de un tendejón", protesta Lamadrid, que narra una de sus curiosas anécdotas con los peregrinos. "Hace poco llegó una chica al albergue y me preguntó si se podían comer los restos de comida que había en el mostrador, le dije que no porque se los solemos dar a los perros".

Volviendo a los albergues de peregrinos, José Rodríguez Pérez, el gerente de la posada de Soto de Luiña, en Cudillero, reclama más albergues ante la creciente ocupación. "Parece mentira lo del Camino de Santiago, podría generar una riqueza enorme y da la impresión de que los políticos no se enteran. Animo a que la gente haga más albergues porque nos estamos quedando cortos", zanja Rodríguez.

En la zona centro de Asturias, según José Luis Galán, el presidente de la asociación Astur Leonesa de Amigos del Camino de Santiago, el albergue de Oviedo es uno de los que mejor funciona en todo el Principado. "En términos generales el albergue está en buenas condiciones. Necesitaríamos mejoras en cosas concretas como la señalización del propio albergue y quizá poner una lavadora y una secadora por monedas". Por el albergue de la capital de Asturias se espera que a finales de año hayan pasado más de 5.000 peregrinos.

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