Asturias recibe del Estado más de lo que aporta, pero también los asturianos pagan más impuestos por habitante que la media nacional: 319 euros per cápita al año. Esta es una de las conclusiones que destaca el último informe de Sistema de cuentas Públicas Territorializadas, conocido como las balanzas fiscales. Las elevadas prejubilaciones y pensiones de la minería y de la industria juegan aquí un doble papel. Por un lado, el desembolso por parte del Estado es mayor que en otras comunidades autónomas, donde estas prestaciones son mucho más bajas. Pero por otro, su aportación tributaria, como en el IRPF, también es superior. A esta doble vertiente hay que añadir que el envejecimiento de la población conlleva un mayor gasto social, lo que también favorece que el modelo vigente de financiación autonómica sea más favorable al Principado que a otras regiones.
El último informe de las balanzas fiscales, correspondiente al año 2013, revela que Asturias acentúa su dependencia de la solidaridad interterritorial. El Principado recibió del Estado 2.060 millones de euros más de los que aportó, una cifra que representa el 9,94% del producto interior bruto (PIB) regional. Si se analiza el saldo per cápita, cada asturiano se beneficia de 1.935 euros más de los que entrega a las arcas estatales.
La compleja metodología aplicada en los cálculos ha sido desarrollada por el director ejecutivo de la Fundación de Estadios de Economía Aplicada (Fedea), el economista asturiano Ángel de la Fuente, y los profesores Ramón Berberán, de la Universidad de Zaragoza, y Ezequiel Uriel, de la Universidad de Valencia.
En el propio informe se indica que "en Asturias el componente de ingresos del saldo fiscal es negativo porque en esta comunidad se pagan más impuestos por habitante que en España en su conjunto". Y añade que "en contrapartida, la región tiene un saldo muy favorable en el apartado de protección social, que refleja tanto el acusado envejecimiento de la población como la gran incidencia de las prejubilaciones mineras e industriales pactadas durante el proceso de reconversión".
La riqueza y la carga impositiva son cosas diferentes y en Asturias incluso dispares. El PIB por habitante está por debajo de la media, pero las rentas son elevadas por las elevadas prejubilaciones y pensiones y por tanto se paga IRPF como si fuera una región rica.
Así, cada asturiano abonó 319 euros más de impuestos que la media nacional -según las últimas balanzas fiscales-. La cifra asturiana por contribuyente sólo la superan Madrid (2.281), País Vasco (1.711), Cataluña (1.303), Navarra (866), Aragón (565), Baleares (455), Cantabria (364) y Navarra (605).
Sin embargo, el PIB nominal de Asturias en 2013 fue de 20.591 euros, lo que situaba a la región en el décimo puesto del conjunto del país. Por delante estaban País Vasco, Madrid, Navarra, Cataluña, La Rioja, Aragón, Baleares, Castilla y León y Cantabria.
El estudio previo titulado "Las balanzas fiscales de las comunidades autónomas con la Administración Pública Central, 1991-2011", el más amplio realizado hasta ahora y cuyos autores son los mismos que los del informe correspondiente a 2013, ya indicaba los ingresos superiores de Asturias respecto de su aportación. Así, en esas dos décadas, el Principado aportó una media por habitante de 6.136 euros, mientras que de las arcas estatales a la región revertieron 8.521. Es decir, se recibieron 2.384 euros más por persona. Ezequiel Uriel explicó que "si se excluye la Seguridad Social contributiva, Asturias baja del segundo puesto como receptor a la posición decimosegunda tanto en el registro per cápita como en el PIB". Y advirtió de que las cuantías bajarán a medida que se reduzcan las prejubilaciones y pensiones.
