"Por fin se ha hecho justicia con una lucha del movimiento estudiantil de la Universidad de Oviedo que ha durado cinco años". Con estas palabras definía Lidia Freire, portavoz de dicha plataforma, el nuevo reglamento de permanencia de la institución.

Las principales novedades son el no correr convocatoria si el estudiante no se presenta al examen o que los estudiantes que cumplan los requisitos para poder matricular el trabajo de fin de grado queden exentos del cumplimiento de este reglamento, así como aquellos que se encuentren en situaciones personales comprometidas. Además, se crea una séptima convocatoria que sustituye a la de gracia y los alumnos que sean expulsados de una carrera podrán volver a ella tras dos años.

"Este reglamento lo asumimos como el mal menor, ya que defendemos que una universidad pública no debería poder expulsar a sus estudiantes", señaló Francisco Suárez, portavoz del colectivo estudiantil.