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Asturama

Los mercadillos no quieren cercos

Los vendedores defienden que su actividad favorece las compras en otros negocios locales ante la nueva regulación que plantea el Gobierno

Los mercadillos no quieren cercos

La iniciativa anunciada por el Gobierno del Principado para evitar que proliferen los mercadillos "sin valor añadido" no fue bien recibida ayer por los próximos afectados ante esta nueva regulación. En Grado, los tenderos consideran que el mercado moscón de los miércoles es historia y tradición del concejo. Inamovible. "Vendo más un miércoles que los domingos, que llega mucha gente pero no compran tanto", afirma Marta Bobes. Además, la productora y vendedora estima que no hacen competencia desleal a los comercios, como se apunta desde la Unión de Comerciantes del Principado para justificar la medida, sino todo lo contrario ya que el despliegue mercantil favorece las compras en otros negocios y bares de la villa, insisten los vendedores. "Creo que les hacemos un favor, si no aquí no vendría nadie y además, cada uno puede comprar donde quiera, aunque nosotros ofrecemos otro tipo de producto".

También Juan Manuel Fernández se mostró disconforme con la medida. En su opinión, los vendedores ambulantes pagan impuestos como los comerciantes y "el mercado da ambiente, hoy (por ayer) no habría tanta gente si no lo hubiera", asegura. Asimismo insta a las instituciones a vigilar y controlar otro tipo de asuntos que pasan en los mercados: "Lo que tienen que vigilar es el fraude que hay con las furgonetas vendiendo por los barrios". Además, el vendedor no considera que realicen una competencia desleal al comercio moscón ya que cada uno vende su propio producto.

Alicia Bernardo, vendedora de miel ecológica de Sotiellu, está de acuerdo en controlar la proliferación de mercadillos porque en época estival proliferan, a veces sin control, desgastando la imagen de los profesionales que tienen todos los papeles en regla. Advierte de que no se pueden confundir estos eventos con los mercadillos de toda la vida que normalmente se celebran con carácter semanal y ayudan al desarrollo local.

De la misma opinión es Antonio Rozaleda, vendedor de conservas vegetales y mermeladas, quien hace hincapié en la necesidad de que esté bien delimitado en los mercadillos aquellos puestos que tienen productos de elaboración propia de aquellos que se dedican simplemente a la compra-venta, como en los comercios locales convencionales.

La apicultora castropolense Andrea González, que en temporada estival suele vender sus productos en mercados y ferias de la zona, considera que la regulación siempre es positiva ya que en los mercados no todos los vendedores están dados de alta o cumplen, en el caso de los productos agroalimentarios, los requisitos mínimos, indica. "Que haya reglas es importante tanto para el vendedor como para el cliente", precisa González. No obstante, la apicultora castropolense no está de acuerdo con la opinión de que estos mercados suponen una competencia desleal para el pequeño comercio: "Los mercadillos sirven en muchos casos para animar las localidades. Por ejemplo, los días de mercado en Vegadeo hay más gente y actividad y el mercado sirve de atracción. Eso no se puede olvidar", precisa, al tiempo que reconoce la "dura profesión" que ejercen los comerciantes ambulantes.

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