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JOSÉ ANTONIO GALDÓN | Presidente del Consejo General de Ingenieros Técnicos Industriales

"Hablar de ingenieros superiores o inferiores no tiene cabida en el siglo XXI"

"No veo fuga de cerebros en el hecho de que profesionales jóvenes salgan fuera a trabajar: posteriormente volverán porque España es un país acogedor"

José Antonio Galdón, ayer, en Gijón. JULIÁN RUS

Es difícil pensar en una Feria de Muestras sin su participación en los actos del muy activo Colegio de Ingenieros Técnicos Industriales de Asturias, liderado por Enrique Pérez. Su homólogo de Murcia, José Antonio Galdón, que preside además el órgano nacional que aglutina a todos los colegios del ramo en el país, se ha convertido en un fijo de estas citas. Y a fuerza de tanto visitar Asturias en jornadas como la de ayer, organizadas por el colegio del Principado, ya mantiene un vínculo especial con esta tierra.

-Otro año más viene a la Feria Internacional de Muestras.

-Aparte de que creo que es un punto neurálgico de lo que es la rama industrial de la ingeniería española, siempre es un encuentro donde tratamos de coger fuerzas y analizar lo que ha pasado todo el año en un ambiente mucho más agradable que el propio de la rutina. Y eso hace que afloren ideas más positivas, mucho más basadas en el optimismo. Hay que tener en cuenta la bella ciudad que nos acoge.

-Viene tanto que ya es casi gijonés de adopción...

-Yo estoy encantado de venir a esta tierra, y de lo bien que se nos trata a toda la ingeniería española.

-Habrá felicitado a Enrique Pérez por su reciente premio del Instituto Jovellanos.

-Por supuesto. Siempre es un orgullo contar con personas como Enrique, que tiene todos los reconocimientos habidos y por haber. Sólo le falta una medalla olímpica para agradecerle todo lo que ha hecho por la profesión, por la sociedad gijonesa y por la sociedad española.

-Hablando de reconocimientos. ¿Están suficientemente reconocidos los ingenieros técnicos o sigue habiendo cierta discriminación con respecto a los ingenieros superiores?

-Discriminación la hace quien la quiera hacer. Me baso en datos de la sociedad, en estadísticas de empleo, y hablo siempre de ingenieros. Sólo hay una profesión de ingeniero. Hay un nivel de titulación, que es lo que está impuesto ahora tanto en España como en Europa. Si no somos capaces de dar ese salto de modernidad de una vez por todas y seguimos anquilosados en el pasado, hablando de ingenieros superiores e inferiores... Es algo que hoy en día ni la sociedad lo acepta, ni tiene cabida en pleno siglo XXI. De hecho cuando sales a otros países te das cuenta de que lo que pasa aquí en España es algo inusual, que no tiene cabida en el entorno de la ingeniería mundial. Creo que tiene los días contados.

-¿Entonces tiene sentido tener colegios separados?

-Creo que no. De lo que se trata es de unir sinergias. Profesión de ingeniero sólo hay una, y el ingeniero se hace, no nace. Hoy en día lo que hace falta es una formación de cuatro años, que es lo que tienen todos los ingenieros a nivel mundial, que les den unas ciertas bases técnicas. Y luego el ingeniero se hará en la calle mediante el desarrollo profesional. Por eso siempre digo que ingeniería sólo hay una, e ingenieros hay cientos de miles. Es lo que tenemos que tener claro. Y por supuesto no todos los ingenieros somos iguales. Hay figuras como Enrique (Pérez), que tiene la misma titulación que otros tantos miles de ingenieros en España pero, sin embargo, su trabajo y trayectoria le han llevado a realizar determinadas actuaciones profesionales que de alguna forma destacan del resto. Y todo eso se va haciendo a través de la experiencia, la formación continua y de la propia persona, que tiene unas virtudes que debe explotar.

-¿Cómo ha ido el cambio al sistema de grados?

-Va más o menos como se preveía. Llevamos dos años en los que todos los nuevos ingenieros que salen a la calle son ingenieros de grado y creo que las empresas lo están asimilando bastante bien. La formación que están recibiendo es muy buena. Pero a todos los que salen de la Universidad les falta dar el salto profesional. Y lo que hace falta es que la sociedad lo entienda y no se envenene toda esta transición universitaria con mensajes que nada tienen que ver con la realidad, como que en España hay dos ingenierías, que si la superior o la inferior. Son mensajes nada positivos para la sociedad que de alguna forma tratan de devaluar la formación que están dando las universidades.

-Habla del salto profesional. ¿Están muy forzados los ingenieros a buscar empleo fuera?

-Los ingenieros de hoy en día están muy preparados y, dadas las circunstancias, no están preparados sólo para trabajar en España, sino para hacerlo fuera. Y lo he dicho siempre y lo mantengo, aunque a veces se me critica. No entiendo que sea una fuga de cerebros cuando un ingeniero español joven sale a trabajar fuera. Creo que estamos potenciando su formación como ingeniero. Estamos en un mundo muy globalizado y es importante que salgan fuera, trabajen fuera y se formen fuera. Posteriormente volverán porque España es un país muy acogedor y todos los ingenieros que salen fuera están deseando volver.

-Pero eso no es fácil.

-Lo que tenemos que hacer es generar oportunidades de trabajo aquí en España para que los ingenieros no se tengan que ir. Pero mientras que no haya trabajo, no se puede desperdiciar la formación y el talento que adquieren aquí en España destinándolos a trabajos que no son propios de la ingeniería. Para trabajar aquí en España en algo que no sea propio de la ingeniería y poner freno a una carrera de ingeniero, es mucho más interesante salir fuera. Hay que ayudar a la gente joven a que salga fuera, y posteriormente volverán con experiencia, idiomas y una visión más global. Y eso lo podrán aplicar a empresas e industrias españolas para mejorar su competitividad.

-¿Aumenta o disminuye el número de colegiados?

-Hemos pasado unos años malos, pero se paró el descenso y empezamos a ver un aumento.

-Es ingeniero, así que tire de ingenio y encaje las piezas. ¿Cómo se debería formar gobierno con tal galimatías político en el Congreso?

-(Risas) Está la cosa bastante difícil. Para mí la propuesta sería un pacto de los grandes partidos, que haga reformas y legisle sobre temas específicos en los que es necesaria una continuidad en el tiempo. Cuestiones como la educación o la energía. Es necesario que se haga un plan energético en el que se adopte una serie de medidas que no sean cortoplacistas. O en materia de empleo. Y muchas propuestas basadas en afianzar el crecimiento de la economía española. Creo que para eso es necesario que haya un gobierno más o menos fuerte. No podemos permitirnos uno que esté permanentemente en la cuerda floja.

-¿Ve eso factible?

-Si hay finalmente un acuerdo entre PP y Ciudadanos, como parece, sería muy deseable que el PSOE se sumase. Y preferiría su "sí" a una abstención. Tengo muy claro que todos los partidos tienen el mismo fin, aunque tengan otra visión. El fin de que la economía crezca y éste sea un país donde se viva mejor. Y teniendo claros los fines tiene que haber posibilidades para ponerse de acuerdo y trabajar juntos.

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