La asociación "Lobo Marley" se opone rotundamente a la modificación de la Ley de Montes, que el Parlamento asturiano ha dado paso para su aprobación definitiva en septiembre. Los ecologistas temen que la eliminación de los acotamientos al pastoreo en terrenos incendiados y sus multas estimulen el "cerillazo". El colectivo señala que el 71% de los fuegos que tienen lugar en el noroeste de la Península son intencionados y culpa de ello a los ganaderos. "En lugar de endurecer con sanciones y restricciones más severas a los culpables, la reforma propuesta pretende anular todas las medidas disuasorias y dejar vía libre a determinados segmentos del sector ganadero para quemar el monte a su antojo", critican. "Destruir el bosque es un crimen medioambiental que no puede quedar impune", agregan.