Una mujer residente en Oviedo se ha librado por los pelos de una acusación de abandono de familia tras dejar a su hijo de 10 años solo en casa a la una y media de la madrugada, con el único propósito de continuar la juerga etílica que había iniciado a la una de la tarde de ese mismo día con un grupo de amigos. Al verse solo, el menor llamó a su padre -separado desde hace tiempo de la mujer- y éste a la Policía, que se hizo cargo del pequeño. El niño le dijo además a su progenitor que, antes de dejarlo solo en casa, su madre le había propinado un tortazo.

Los hechos se produjeron el jueves de la semana pasada. La mujer había estado de copas en la plaza de Pedro Miñor de Oviedo, al parecer sin preocuparse mucho por las necesidades del pequeño. Cuando se le preguntó qué hacía el niño mientras ella estaba de bares, respondió que había un parque con columpios y jugaba con otros niños, amigos suyos del colegio. También se le inquirió por el motivo por el cual el niño no había merendado ni cenado ese día. Su respuesta, al principio, fue simple: "Porque no quiso". Luego aseguró que el niño mentía y que había comido.

En su defensa, dijo que, mientras había estado en la plaza, solo había bebido un vermú y dos cervezas. Y que cuando dejó solo al niño en casa, se había dirigido a un bar al que pensaba ir, pero que al encontrarlo cerrado había decidido ir a casa de su novio, donde pasó unas horas.

Aunque el fiscal no aprecia delito en la conducta de la mujer, motivo por el que la magistrada Ana Olivares, jueza sustituta del Juzgado número 4 de Oviedo, ha decidido sobreseer la denuncia, el incidente ha sido puesto en conocimiento de la Consejería de Servicios Sociales del Principado, por si fuese necesaria su intervención, así como del Juzgado que conoce del procedimiento civil planteado por el padre del niño para que se le entregue la custodia del pequeño. Y es que el padre considera que la mujer tiene un grave problema de alcoholismo -motivo por el que se separaron hace nueve años, tras cuatro de convivencia-, sin olvidar que sufre un trastorno bipolar, lo que hace que el menor esté descuidado, en su opinión.

La mujer, brasileña de 38 años, fue interrogada anteayer martes en el Juzgado número 4 de Oviedo en calidad de investigada, asistida por el letrado Manuel Javier López García. "¿Le parece normal dejar solo a un niño de 10 años?", le preguntaron durante su comparecencia. "No me parece normal, pero tampoco anormal. No soy una madre que no cuide de su hijo. Fue solo un rato" respondió ella. Según la mujer, el padre del niño "está vigilando" porque le quiere quitar al pequeño y está convencida de que éste está aleccionado para llamar a su padre cuando se queda solo.

El caso es que la hermana de la mujer ya la denunció el pasado 24 de julio por haber dejado solo al niño. Ella se justificó con que se había marchado a las nueve de la mañana para dejar su curriculum en una empresa, que se había quedado sin batería y que cuando regresó a la vivienda, el niño ya no estaba. Negó haber dejado solo al niño por las noches en otras ocasiones, algo que sostiene el padre del pequeño; sí admitió haberle dejado en casa alguna vez por el día, para ir a trabajar o asistir a algún curso. Indicó que carece de medios para contratar a alguien para que cuide al niño mientras ella está ausente.

La defensa de la mujer arguyó que su comportamiento no se considera anormal en la zona geográfica de la que procede, y que el menor está cuidado y las condiciones en las que viven son adecuadas. Pero ahora, un Juzgado podría quitarle la custodia del pequeño.