Aunque el día de hoy no esté para ponerse el bañador, habrá tiempo de playa en la recta final del verano. La Agencia Estatal de Meteorología prevé para septiembre y lo que queda de agosto más calor y menos orbayu de lo habitual. Con este pronóstico se cierra un estío seco en la región, más acusado en la mitad occidental, con frentes atlánticos poco activos y precipitaciones débiles. Las temperaturas tampoco fueron muy sofocantes, a excepción de unos pocos días en julio. Como ejemplo sirve la primera quincena de este mes, en la que llovió casi 12 puntos menos de lo normal, tal y como reflejan los datos aportados por el delegado territorial de la Aemet, Manuel Antonio Mora.

No obstante, la distribución de los chaparrones por la región fue desigual, ya que en la estación de Oviedo cayeron 26,8 milímetros por metro cuadrado -es decir, lo habitual- y en la de Gijón y el aeropuerto de Asturias, 8 y 4,5, respectivamente. Los termómetros rebasaron los registros de años anteriores, apreciándose un repunte importante en la temperatura máxima, que se sitúa en los 24,7 grados centígrados. La mínima, en cambio, cae un punto, hasta los 14,5.

Según el balance de la Agencia Estatal de Meteorología, el verano en Asturias comenzó con una depresión térmica sobre España, que elevó las temperaturas máximas hasta los 30 grados el día 22. Tras ello, entraron borrascas acompañadas de nubosidad y escasa precipitación. La actividad tormentosa, típica de esta época del año, se concentró en el día 23 con 264 rayos. La temperatura máxima de junio fue de 21 grados y la mínima, de 14,36.

En julio, el mercurio subió dos puntos y en general fueron 31 días muy cálidos y secos. En la primera decena hubo nubosidad baja, pero un ambiente agradable típico del verano, con temperaturas máximas que se situaron en torno a los 25 grados. Sólo las tormentas del día 4, asociadas al paso de una pequeña perturbación en los niveles altos de la atmósfera, dejaron chubascos. En Pajares, por ejemplo, cayeron 51 milímetros de agua en tan sólo una hora.

Durante los siguientes días, la situación evolucionó hacia una mayor estabilidad. La llegada de aire cálido procedente del Sur generó una fuerte subida de temperaturas, con máximas que superaron los 35 grados. Según la Aemet, el récord lo batió Amieva, que alcanzó los 39 el día 18. En la tercera semana volvió a predominar la nubosidad baja y la lluvia ocasional, que normalizaron los termómetros. La insolación registrada en este mes se quedó en un 10% debajo de lo normal y el viento también sopló menos, especialmente en el litoral.

Respecto a lo que llevamos de agosto, el delegado en Asturias de la Agencia Estatal de Meteorología, Manuel Antonio Mora, indica que el mes en Oviedo está siendo cálido: "La media del 1 al 19 de agosto del periodo 1981-2010 es de 19,2 grados y de momento la media de este 2016 es de 19,7 grados". "En cuanto a precipitación llevamos 27,6 milímetros y lo normal es 24,1; es decir, ligeramente húmedo", concluye.