La participación en los tributos del Estado les sale a devolver a los ayuntamientos asturianos. La última liquidación del reparto de ingresos por impuestos estatales ofrece a las entidades locales de la región el derecho a obtener un alivio financiero de 11,6 millones de euros que les deben ser reintegrados desde la Administración central como efecto indirecto de la mejora del comportamiento de la economía. La cifra es el resultado del desfase entre la previsión de recaudación tributaria que el Gobierno utilizó en su día para calcular los anticipos a cuenta entregados a los municipios correspondientes al ejercicio de 2014, el último liquidado, y los ingresos reales por IRPF, IVA e impuestos especiales registrados en ese año. En una tendencia opuesta a la que durante la crisis obligaba a las corporaciones a devolver dinero, la recuperación de los ingresos ha desbordado los pronósticos y repartirá ahora 11.653.372 euros adicionales a las cantidades transferidas a cuenta en su momento.
La aritmética del Estado, eso sí, no consigue ingresos para todos los ayuntamientos asturianos. Hay algunos, nueve de los menos poblados, a los que el sistema de cálculo aún les obliga a devolver dinero. El mecanismo que inicialmente adelanta el dinero según la previsión de ingresos y luego liquida las cantidades conforme a la recaudación real considera asimismo otros parámetros, como la evolución de la población de cada municipio, y esto hace que también haya concejos que tengan que reembolsar a Hacienda parte de lo recibido en su momento. Según los datos recién divulgados por el departamento que dirige Cristóbal Montoro, serán Gijón y Oviedo los más beneficiados del reparto del excedente, con casi la mitad de la cantidad global, 3,1 y 2,2 millones, respectivamente, y por delante de Avilés y Siero, que ingresarán 878.793 y 709.823 euros, y de los 476.000 y 471.000 que corresponden a Langreo y Mieres.
En total, la cuenta sale positiva para 69 de los 78 concejos, pero los desfases en la previsión del comportamiento demográfico hacen que el cálculo obligue a efectuar devoluciones a Allande, Bimenes, Cabranes, Ibias, Illas, Onís, Sariego y Villanueva y San Martín de Oscos. Entre todos habrán de reembolsar 63.000 euros. Mientras, los ingresos de los 69 restantes suman algo más de 11,7 millones.
Esta obligación de la Administración central de completar las entregas a cuenta con ingresos extra para los ayuntamientos da la vuelta a lo que se había convertido en norma durante los años más duros de la crisis económica. Cuando el desfase era al revés, y se registraban recaudaciones inferiores a las pronosticadas, los ayuntamientos sufrían por estas fechas la obligación reiterada de en lugar de ingresar tener que devolver dinero al Estado en una situación de precariedad acentuada de sus cuentas. La liquidación de 2013, sin ir más lejos, forzó a los concejos a reintegrar a Hacienda 11,5 millones, una cantidad similar a la que ahora recibirán como resultado del cálculo del balance final de 2014. El saldo global ha ido fluctuando con los años de positivo a negativo, pero en el de 2009, por ejemplo, sólo Oviedo, Gijón y Avilés se vieron en el compromiso de tener que reembolsar entre los dos cuarenta millones de euros.
